FESTIVIDAD
¿Quién fue San Eulogio de Córdoba?
El mártir fue uno de los grandes defensores del cristianismo en el siglo IX, lo que le costó la vida
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Este lunes, 9 de enero, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Eulogio , mártir cordobés que murió decapitado por promulgar el cristianismo en la Córdoba musulmana . Nació sobre el año 800 en el seno de una de las familias más tradicionales Córdoba que, en medio de la apostasía general, había conservado fielmente las prácticas de la vida cristiana.
Tras recibir las primeras enseñanzas por parte de su abuelo, y visto su amor por los libros religiosos , San Eulogio estudió junto a la comunidad de sacerdotes de la iglesia de San Zoilo con la influencia de más famoso de todos los maestros cristianos de Córdoba de la época, el abad Esperaindeo , que gobernaba el monasterio de Santa Clara . Además, allí conoció a otro alumno que había de ser su biógrafo, Paulo Álvaro ( Álvaro de Córdoba ), al que le unió una amistad que se mantendría hasta el final de sus días.
Movido por la necesidad de tener noticias de dos de sus hermanos, que se encontraban al otro lado de los Pirineos, en el año 845 Eulogio se encaminó hacia el norte , pero los distintos conflictos que se libraban en la época hizo imposible llegar a su destino. No obstante, en este viaje visitó numerosos conventos y monasterios de Cataluña, Zaragoza o Pamplona de los que se llevó numerosos libros que no estaban disponibles en la Córdoba musulmana.
A su regreso, pasó por Toledo , donde coincidió con el obispo Wistremiro , para cuya sede vacante será elegido Eulogio en 858. Ya en Córdoba, Eulogio continúa con su defensa del cristianismo frente a un régimen musulmán que se había vuelto más restrictivo . De esta forma, fue detenido por primera vez y liberado en el año 851. Fue en su estancia en prisión donde empezó a escribir «Memorial de los Santos» y «Documento martirial» .
La protección a la joven Lucrecia , hija de padres musulmanes pero convertida al cristianismo, le costó su regreso a prisión . Juzgado ante el emir, éste le ofreció la posibilidad de retractarse, pero Eulogio aprovechó la ocasión para hacer una defensa aún más férrea del Evangelio. Una actitud que le costó la decapitación en el año 859 .
En Córdoba, son varias las alusiones al mártir y arzobispo. Entre ellas, en la parroquia de San Francisco y San Eulogio situada en la calle San Fernando.