El periodista José Antonio Luque reivindica la santidad de Álvaro de Córdoba en la exaltación de Scala Coeli

José Antonio Luque , periodista de Canal Sur y director del programa «Paso a paso», exaltó ayer a San Álvaro de Córdoba de una manera muy comprometida y hasta cierto punto reivindicativa. El locutor reclamó la santidad para el dominico –sólo está reconocido como Beato- y para ello desgranó una infinidad de motivos que lo hacen merecedor de ello. «Para aquellos que lo trataron era claramente un santo», puntualizó Luque prácticamente en el ecuador de la exaltación celebrada en el santuario de Scala Coeli.

Antes de reclamar la citada «santidad» para San Álvaro de Córdoba, Luque recorrió su figura, deteniéndose tanto en sus detalles meramente biográficos como en aquellos que lo convertían en una persona popular y admirada en la época . Habló de su «bondad», «estudios», que destacó en el «Arte y la Teología» y que eligió Santo Domingo para el santuario que hoy conocemos.

No pasó por alto que en Scala Coeli están «nuestras más profundas raíces», en clara alusión a que fue aquí, y gracias al dominico, donde se celebró el primer vía crucis de Occidente , fundamental para las hermandades.

También señaló que fue el 14 de febrero de 1430 cuando «el Padre lo llamó» y que tras su fallecimiento acudieron millares de personas, además de que fue en el siglo XVIII cuando fue autorizado su culto durante el Papado de Benedicto XIV.

Pero Luque no se quedó sólo en el mensaje de santidad de Álvaro de Córdoba, sino que también reivindicó diversos elementos relacionados directamente con las hermandades. Reclamó un papel más protagonista para las mujeres y los jóvenes en las cofradías y subrayó la necesidad de potenciar la obra social de las corporaciones, algo que tiene que ayudar a que «nos entiendan creyentes y no creyentes ».

Pidió, por último, que San Álvaro bendiga a imagineros , floristas, vestidores, mantillas, músicos, costaleros, nazarenos y, en definitiva, todos aquellos que intervienen y participan de una u otra manera en las hermandades. «Cuélate en interior de todo cubrerrostro» y «cuida de cada cofrade y de nuestra Agrupación», concluyó.