La Cuaresma en ABC
El patero del viernes | 'Perras', por Antonio Varo
No tenemos derecho a que una subvención nos saque las castañas del fuego
![Hermanos mayores en la última asamblea de la Agrupación de Cofradías de Córdoba](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2021/03/12/s/patero-viernes-perras-kmfG--1248x698@abc.jpg)
Quizá la gente joven que lea esto no sepa que ‘perras’ es la forma coloquial, vulgar incluso, con que nuestros abuelos se referían al dinero, también llamado ‘parné’. Y de ‘parné, maldito parné’, vamos a hablar hoy. Hace unas semanas hubo sus más y sus menos, en la Agrupación y en las cofradías, a cuenta -nunca mejor dicho- de la subvención municipal a las hermandades. Hubo, naturalmente, quien puso el grito en el cielo, como si el cielo estuviera para solucionar problemas financieros , y salió la repetida cantilena de que si el turismo, la hostelería, y demás estribillos.
Vamos a ver. Los hermanos de una cofradía tienen que tener muy claro que ‘su’ cofradía será exactamente lo que ellos quieran que sea , también -y quizá sobre todo- en términos económicos. Con o sin subvención hay que hacer lo que marcan las reglas , sacar la procesión cuando sea posible, celebrar con dignidad los cultos, atender una labor social y enriquecer o restaurar el patrimonio… sola y exclusivamente con los recursos financieros que aporten, agencien o generen los hermanos. No tenemos derecho a esperar que una subvención pública nos saque las castañas del fuego : es más, tenemos la obligación de planificar los años, todos los años, como si esa subvención no fuera a venir nunca. Y si viene, bienvenida. Pero que nada esencial se quede sin hacer si no la hay.
Otra cosa es que es justo que venga… cuando haya motivo. Si hay procesiones y éstas generan ingresos para otros, es justo que una parte vaya a quien se bate el cobre en el ‘espectáculo’. Pero si no hay procesiones… sinceramente, no encuentro motivo para que se haya subvención: la subvención municipal se justifica exclusivamente por una actividad pública , la procesión, que genera un importante movimiento económico en la ciudad.
Eso sí: las cofradías, con o sin procesión, aportan a la ciudad más, mucho más, que la mayoría de las asociaciones ‘culturales’ o de las mal llamadas ONG. Pero las asociaciones privadas tienen que ser eso, privadas, y no depender necesaria o primordialmente de que la mano más o menos generosa de papá Estado (o Ayuntamiento) derrame unas cuantas ‘perras’.
Noticias relacionadas