LA CUARESMA EN ABC

El patero del lunes | Ilustración decreto Trevilla, por Miguel Ángel de Abajo

El llamado estilo cordobés probablemente no sea otra cosa que el estilo Trevilla

Escenificación sobre el decreto del obispo Trevilla, a cargo de jóvenes de las cofradías de Córdoba ABC

Miguel Ángel de Abajo

Estas tres palabras han marcado la Semana Santa cordobesa hasta nuestros días. El llamado estilo cordobés, probablemente no sea otra cosa, en cierta medida, que el estilo Trevilla. Hace ahora 200 años, el entonces obispo de Córdoba, Pedro Antonio de Trevilla , siguiendo la mentalidad de la Ilustración , aprobó un reglamento en el que la Semana Santa de Córdoba quedó resumida a una única procesión de Viernes Santo , con solo 6 imágenes, que no cofradías, participantes.

El decreto ponía en valor otras muchas restricciones que el gobierno de Carlos III , y jerarquías eclesiásticas racionalistas, venían propugnando desde mediados del XVIII, las cuales fueron socavando la religiosidad popular con el afán de, supuestamente, purificar las prácticas piadosas, pero también, y no se olvide, de regular e intervenir en la economía de las cofradías (Desamortización de Godoy, 1798). Estas iniciativas ilustradas fueron menguando poco a poco a las cofradías, que llegaron al siglo XIX muy bajas de actividades y patrimonio, con salidas procesionales intermitentes y discontinuas. Lo mismo pasaba en Sevilla , donde, por ejemplo, la Amargura estuvo 22 años sin salir (1786-1808) y el Cachorro , en un intervalo de 20 años (1799-1819) sólo salió 2 años.

El decreto ilustrado de Trevilla causó que durante 30 años, hasta 1850, Córdoba estuviese sin Semana Santa. Aranda Doncel ha documentado los hechos. Cuando se retoma la Semana Santa en 1850, ésta estaba bajo mínimos, es el ayuntamiento quien le aplica el suero y la respiración asistida que la pondría de nuevo en marcha, pero una marcha lenta, comatosa, que tardó en remontar hasta mediados del siglo XX. Por el camino se perdieron muchas cosas, por ejemplo, los palios de la Soledad, de las Angustias, de los Dolores… dando lugar al cuestionable tópico del estilo cordobés de vírgenes sin palio… Cuando sin palio fue el estilo ilustrado del decreto Trevilla, que los prohibió.

De 1820 a 2020, es decir, del obispo Trevilla al obispo Demetrio, hay una gran diferencia en cuanto a percepción de la religiosidad popular. En el Siglo de las Luces y del despotismo ilustrado era todo para el pueblo, pero sin el pueblo. En el siglo XXI, las directrices pastorales de la religiosidad popular parecen aspirar a que el pueblo asuma el principio de Pueblo de Dios . De la implicación y confianza de todas las partes dependerá que este principio se haga realidad.

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