LA CUARESMA EN ABC

El patero del lunes: ¿Cívico o anticívico?, por Miguel Ángel de Abajo

Una procesión es un acto religioso, pero también cívico

La Virgen de la O, al pasar por el centro cívico que se levanta en parte de la antigua Prisión Provincial de Córdoba Álvaro Carmona

Miguel Ángel de Abajo

Parece mentira que un centro cívico , no esté para la cívica finalidad de permitir que unos ciudadanos cívicos, que cívicamente viven en el barrio cívico de Fátima y pagan sus cívicos impuestos estatales y municipales religiosamente (perdón perdón perdón), religiosamente ¡¡¡no!!!, cívicamente, no puedan hacer uso cívico de unas dependencias cívicas que les pertenecen en parte y para una actividad en la que participan probablemente más ciudadanos cívicos y cívicas que todos los que entran y salen cívicamente por las puertas cívicas del centro cívicamente cívico durante un año cívico.

Por segundo año consecutivo, a la casi hermandad de la O se le niega desde el Ayuntamiento que se refugien unos días para montar el paso de la Virgen en el centro cívico de Fátima, en la antigua Prisión Provincial ( muchos años visitada por su buena vecina la Virgen de la Merced ), demostrando así que lo de la participación ciudadana es un cívico espejismo . Por lo visto, hay unas normas que prohíben en los centro cívicos actos lucrativos , políticos, sindicales y religiosos. Pues si son las normas, son las normas, y hay que respetarlas hasta que se cambien, pero las normas se pueden cuestionar cívicamente.

¿Por qué una procesión no puede salir de un centro cívico? Si eso lo demandan, alegando razones técnicas y justificadas, los cívicos vecinos del citado barrio cívico (pues los cofrades y cofradas son también vecinos y vecinas tan cívicas y cívicos como el/la que más) ¿cuál es el problema, más allá de prejuicios y censuras ? Una procesión es un acto religioso, pero también lo es cívico, pues sus actores lo son, y además es de las actividades cívicas que más motivan la participación ciudadana en los barrios cívicos y en la ciudad cívica.

Lo que ahora nos ocupa es si las normas del centro cívico son cívicas de verdad, o por el contrario, se trata más bien de normas anticívicas , pues más que cívico, parece anticívico negar a tantos ciudadanos cívicos un uso absolutamente cívico integrado en la cultura cívica, tradición cívica y sentimiento popular cívico como es una procesión, que por ser religiosa, no deja de ser cívica.

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