La Cuaresma en ABC
El patero del domingo | 'La novedad eterna', por Luis Miranda
Las cofradías han dejado las redes para volver a ser grupos de fieles que rezan
Hace tiempo que muchas cofradías , casi todas, parecen no poder vivir sin que hablen de ellas. Si no tienen nada que hacer , lo inventan; si no pueden estrenar una saya, hacen una papeleta de sitio ; si es imposible lucir candelería, al menos un cartel impactante.
Las hermandades se llenan de diseño y coleccionan dibujos y creaciones como si todos los años tuvieran que construirse desde cero. No hay que reprochárselo, porque muchas veces brindan piezas que merecen guardarse en la memoria, y ahí están este año la papeleta de sitio de la Esperanza y la portada del boletín de la Sentencia , pero que terminarán como destellos efímeros de estrellas fugaces , porque el año que viene otras obras llegarán para ocupar su sitio.
En las iglesias de esta Cuaresma , sin embargo, todo es permanente. Muchos han visto que a los cultos de este año han ido más cofrades y más fieles, como si ahora que truena con rabia se acordasen de agarrarse a sus imágenes . Por cinco días o por siete días, por las horas en que dura una jornada de veneración , las cofradías han dejado de ser perfiles de redes sociales que saltan a los móviles para volver a ser grupos de fieles que rezan, luces de cirios que a pesar de ser trémulas alumbran a su Cristo y a su Virgen con la llama de una fe que busca y encuentra otra cera en la que arder. En tiempos de noticias constantes y pasajeras no hay nada más actual y nuevo que encontrarse con lo eterno.
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