Pasión en Córdoba

Pablo Martínez-Recio: «Un compositor debe gustar al que entiende de música y al público que disfruta»

A sus 21 años, el músico de Córdoba ha sorprendido con 'Noche bordada en plata' por su audacia formal

Pablo Martínez-Recio, en el Real Círculo de la Amistad de Córdoba ABC
Luis Miranda

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Pablo Martínez-Recio sorprende cuando dice su edad. Hace más de un lustro que escribe música, ha entregado marchas procesionales que han llamado la atención en su ciudad de Córdoba y su conversación es la de un hombre que habla con tanto sentido de lo que hace que impresiona saber que nació en el año 2000.

Estudia el cuarto curso de Enseñazas Artísticas Superiores de Música en la especialidad de Composición, pertenece a la banda de la Esperanza y su última obra, 'Noche bordada en plata' , una de las dedicadas a la Virgen de Paz de Córdoba por su coronación canónica, ha llamado la atención por su carácter innovador y a la vez lírico.

Igual que todo el que sabe escribir no escribe, tampoco todos los músicos componen. ¿Qué encuentra en la composición para dedicarse a ella?

Lo que me llama la atención, y que en realidad es fruto de los años de experiencia en el estudio de la música y del análisis, es la belleza del equilibrio en la construcción de la propia música. Es lo principal para un compositor.

¿Además de inspiración, la música debe tener una arquitectura?

Claro. La inspiración, en realidad, no es más que una continuidad del trabajo y estudio de una técnica , que se va desarrollando. Lo llamamos inspiración un poco para alimentar el genio y el duende del artista, pero el talento y la creatividad son un 10 % del resultado final. Lo más importante es la técnica y el desarrollo , y entender cómo funciona la armonía, las reglas de la construcción musical para luego romperlas y desarrollarlas. Es fundamental.

¿Cómo empezó con la composición de marchas procesionales?

En el año 2014, cuando estaba estudiando el Grado Profesional de Clarinete , empecé a dar clases de armonía en el conservatorio y le pedí a Alfonso Lozano unas clases particulares para que me ayudase a desarrollar una marcha para mi hermandad de la Esperanza, 'Aires de Esperanza'. La estrenamos en la Cuaresma de 2016 , con mi banda. Luego vino 'La Virgen del Buen Fin', y a partir de ahí empecé a componer la marcha que es la primera que ha tenido algo más de importancia en mi carrera, 'La Expiración' .

La forma musical de la marcha tiene un cierto esquema, pero usted lo subvierte.

Sí. La estructura sigue la tradición de las marchas procesionales, tomada de la música clásica , de la forma sonata en dos o tres partes, y a partir de ahí se desarrollan los temas. En 'Noche bordada en plata' invierto el fuerte de bajos y lo introduzco entre la primera y la segunda del trío, y es un continuo tema A que directamente desemboca en el tema B, como si fuese un anexo, pero no un contraste que suponga un cambio fuerte en la música. Lo hacen muchos autores actuales, que son los que más indagan en intentar variar la forma tradicional para no expresar exactamente lo mismo que se hacía cincuenta o cien años.

¿Es 'Noche bordada en plata' una saeta de principio a fin?

Esa es un poco la idea. La idea primitiva era una saeta que en realidad no respeta la forma de la saeta , sino simplemente los rasgos motívicos, los melismas de la voz. A partir de ahí se construye el tema A, que se desarrolla en el trío, con el mismo motivo y en distinta tonalidad. La tensión de la primera parte se resuelve en el trío. Tiene rasgos de una saeta y he pretendido inspirar a los devotos de la Virgen de la Paz con los momentos previos a la coronación. Hay otras marchas, pero he pretendido hacer algo que exprese otra sensación relacionada con la coronación, y por eso es algo mucho más íntimo, más místico, no tan explosivo de alegría como puede ser el carácter de una marcha de coronación al uso.

¿Cómo se reciben marchas que pueden ser difíciles, como 'Noche bordada en plata'?

El oído es algo que se educa y estamos continuamente educándolo, y nunca se termina. Lo que para unos puede resultar muy duro, para otros es suave, y luego hay otro tipo de música que es todavía más dura. Para mí, este género es muy muy suave comparado con lo que escucho en las Enseñazas Artísticas Superiores de Composición. Entiendo que es algo complicado, con una música que tiende a llevar al máximo los parámetros musicales que cada vez se alejan más de la simplicidad, que es lo que conecta con el oyente. Creo que la virtud de un compositor debe ser gustar tanto a una crítica que entienda de la técnica musical como a un público que debe disfrutar . No sólo intento componer para unos pocos, para una minoría, y creo que con esta marcha se ha conseguido: la gente que entiende de composición me ha felicitado y a quienes no han estudiado música también les ha parecido una marcha bonita. Esto no me lo esperaba del todo, porque sabía que era un estilo un poco comprometido, pero me ha sorprendido y creo que ahí está la virtud.

«El talento y la creatividad son un 10 % del resultado final; lo más importante es la técnica y el desarrollo»

¿Teme tener que elegir entre lo que quiere hacer y que contente a quien la pide y que pueda sonar en la calle?

El oído se va educando y mi estilo también. Como estoy en un momento académico y de experimentación voy evolucionando en estilo continuamente. Posiblemente con lo que compuse hace tres meses ya no esté igual de satisfecho que en el momento que lo compuse. El estilo todavía no se ha asentado y yo estoy a punto de definirlo, pero no lo tengo claro. Compongo en muchos estilos distintos, y es verdad que en las marchas me piden libertad compositiva . Al conocer mi personalidad me dan esa libertad porque confían en un estilo que ya he defendido. Pero al principio sí es verdad que me exigían más, pero cuando se conoce, a quien le guste lo va a pedir y a quien no, no hará el encargo.

Pablo Martínez-Recio, en el Real Círculo de la Amistad ABC

¿Qué le gusta de las marchas procesionales que se escriben hoy?

Tirando para casa, los dos grandes compositores de mi banda, Alfonso Lozano y Rafael Wals . De Alfonso aprendo mucha técnica, depuración, conocimiento de la instrumentación, porque ha estudiado a los grandes maestros de banda de música. De Rafa, el buen gusto. No sólo al componer, sino al presentarla, todo está muy depurado, con mucha elegancia y mucho color. Se nota que estudió Arquitectura y cuida todos los detalles para que todo tenga armonía. Tengo que nombrar a Cristóbal López Gándara , para mí el mejor compositor de marchas procesionales actualmente, el que más ha conseguido desarrollar un estilo vanguardista. Y también a Antonio Moreno Pozo . Las marchas procesionales que hace son de calidad máxima y no les quitaría ni una nota.

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