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Una ofrenda de sal para el Cristo de Gracia de Córdoba
Las monjitas del convento de la Encarnación regalaron un sudario al Crucificado
La hermandad del Santísimo Cristo de Gracia y el convento cisterciense de la Encarnación guardan una estrecha vinculación desde hace varios años. Allí estuvo el Crucificado en los años ochenta tras la restauración que le realizó Miguel Arjona y la pasada Cuaresma pernoctó en el templo tras presidir el Vía Crucis de las cofradías . Ahora, con motivo del 400 aniversario de la llegada de la imagen, las monjitas de dicho convento han decidido tener una serie de detalles con la cofradía trinitaria.
Así, durante la mañana de este domingo (festividad del Corpus Christi en Córdoba), el convento de la Encarnación celebró una eucaristía y posterior procesión claustral por el interior del convento junto con la comunidad cisterciense. Un acto para el que las monjitas realizaron una alfombra de sal (algo muy típico en las procesiones del Santísimo de otras localidades españolas) en la que se representaba la figura del Santísimo Cristo de Gracia.
Pero este no es el único gesto que las monjitas han querido tener con la imagen. Unos días antes, la cofradía del Jueves Santo publicó en sus redes sociales que el Crucificado había recibido la donación de un sudario realizado en damasco brocado de seda natural, con tonos malva y plata y con unos galones en color dorado. En el interior, bordado en oro, se puede leer la siguiente inscripción: «Recuerdo de tu paso en la Encarnación. Tus monjas 2018».