«No nos ha dado tiempo a paladear lo que hemos conseguido»

Hablar de la familia Aguilera-Castelló es hablar de Semana Santa en Córdoba, sobre todo, en la cofradía del Remedio d e Ánimas . En septiembre de 2010, Rosario Castelló tomaba las riendas de esta hermandad, con la que ha afrontado numerosos retos, como la restauración de sus titulares, el Vía Crucis Magno o el traslado de la carrera oficial a la Mezquita-Catedr al .

Este Lunes Santo , afronta su penúltima estación de penitencia como hermana mayor y lo hace «con mucho optimismo, parece que el tiempo nos va a dar una tregua para que podamos disfrutar esta Semana Santa después del mal trago de la pas ada». Una procesión que discurrirá al menos una hora bajo la luz del día, decisión que no ha sido fácil «porque nosotros no somos una cofradía de tarde, sino de noche , pero al estar más lejos la carrera oficial hemos tenido que ajustar», matiza la mandataria.

Tras numerosas reuniones, este lunes llega el momento de disfrutar. No en vano, el esfuerzo ha sido muy grande . «Ha sido complicado, pero no porque haya habido disgustos ni problemas, todo lo contrario, todo se ha desarrollado con mucha voluntad y disponibilidad », confiesa Castelló.

En este sentido, la hermana mayor de la corporación de San Lo renzo piensa que aún no son conscientes de haber cambiado la historia. «Creo que hasta que pase la Semana Santa y analicemos todo , no nos daremos cuenta de lo que hemos conseguido y de lo que hemos cedido», porque aún «no nos ha dado tiempo de paladear el buen entendimiento que hay entre las hermandades».

Sin embargo, la nueva carrera oficial no ha estado exenta de críticas. « Quieren crear una alarma y malestar general que no se corresponde con el sentir de la mayor parte de la ciudadanía», apunta Castelló. Asimismo, la hermana mayor de Ánimas recuerda que«si antes iban ya la inmensa mayoría y no pasaba nada ¿ahora es que vamos a romperla?». Explicación que encuentra en otras razones. «Aquí se ha mezclado la política, y en las cofradías no cabe la política» .

El suyo no es un caso común, y es que de las 37 hermandades de penitencia, tan sólo hay dos mujeres ocupando el cargo de hermana mayor. «No es casualidad, pero si no han llegado más es porque no se lo han propuesto », opina Castelló, que explica que «en el 81 ya me tocó romper algunos tabúes cuando salimos tres mujeres por primera vez».