PASIÓN EN CÓRDOBA
Miguel Ángel Lopera emociona a la juventud cofrade de Córdoba con su pregón
El pregonero finalizó su intervención con dos bellas poesías a sus titulares: el Rescatado y la Amargura
El cofrade cordobés Miguel Ángel Lopera Poley pronunció este viernes, en la parroquia de San Miguel, el Pregón de Juventud de la Agrupación de Cofradías de Córdoba . El acto contó con la presencia de distintas personalidades del «mundo cofrade», junto a la representación de todos los grupos jóvenes de las corporaciones de la ciudad.
Así, Lopera comenzó haciendo una breve introducción referida a «los seis sentidos de la juventud cofrade» que, tal y como expresó, «saborea, contempla, escucha, huele, acaricia y ama». A su vez, el pregonero alabó a la juventud que «sabe rezar» y que demuestra cada año que estos jóvenes son «la luz que mueve al mundo».
Habló, igualmente de Córdoba, una ciudad convertida en Jerusalem. « En Poniente, su cenáculo ; en San Francisco, Getsemaní (…) y el Gólgota será la Catedral», expresó Lopera en su intervención. Este apartado lo finalizó con la frase «en mucho menos de lo que esperas, habitarán tus gentes, la Jerusalén de Occidente », que emocionó a todos los asistentes.
Desgranó la Semana Santa
Por supuesto, Lopera fue desgranando, día por día, la Semana Santa cordobesa. Así, del Domingo de Ramos dijo que «Bendito el que viene desde San Lorenzo, Hosanna ese Dios camino de la Catedral. nos cuenta profecía y a la vez Evangelio». En el apartado del Lunes Santo, por ejemplo, dedicó una bella poesía a la Virgen de la Estrella : «Suene siempre Estrella en los rincones donde pases, siempre como norte y sur, como guía ante la desorientación, como reina de la Huerta de la Reina».
A sus titulares
Asimismo, tras realizar el repaso por todas las cofradías de la ciudad, el pregonero no quiso dejar pasar la oportunidad de dedicar los últimos versos a los titulares de su cofradía «de cuna », Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado y María Santísima de la Amargura .
De el Señor dijo: «Gloria a ti, Trinidad, y a los cautivos, libertad, gloria a ti, por dejarnos eternamente a nuestra mayor devoción, porque los Trinitarios te llamaron Rescatado y el pueblo, de Córdoba, Señor ». Sobre su Virgen recitó: «Que sean tus ojos Amargura, cuando en las puertas del cielo me recibas para vivir eternamente bajo tu manto ».