SEMANA SANTA DE CÓRDOBA 2020

La lluvia empaña el Vía Crucis del Señor de la Sentencia de Córdoba

La hermandad suspendió el regreso de vuelta tras completar el rezo en el interior de la Catedral

El Señor de la Sentencia llegando a la Catedral de Córdoba en el Vía Crucis VALERIO MERINO

Fernando López

La lluvia empañó e l Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías . El Señor de la Sentencia se tuvo que quedar en el interior de la Mezquita-Catedral tras completar el rezo de las quince estaciones en el interior mayor del templo. Tras completar un traslado de ida que quedará para el recuerdo, la decana del Lunes Santo no pudo volver hasta San Nicolás por las inclemencias del tiempo. Aún así, sí que se completó el sentido catequético del acto y se regaló una ida que maravilló a los presentes.

Era el primer sábado de cuaresma. Las puertas de San Nicolás aguardan la salida del Señor de la Sentencia. Como se hará en apenas tres semanas, los cofrades miraban al cielo, pendientes de algún nubarrón que se paseaba sobre el cielo del centro de Córdoba. El murmullo auguraba la salida de l a imagen de Juan Martínez Cerrillo . No era Lunes Santo, pero el hormigueo que recorría el estómago a los más devotos era similar.

En el atrio se vislumbraba a un solitario Jesús de la Sentencia, ataviado con la túnica de los dragones, una auténtica joya de Francisco Pérez Artés . Solitario, con su mirada fijada en el horizonte y sobre un paso elegante y con tanta historia como vida propia. El Señor de la Sentencia iba a caminar hasta la Catedral para protagonizar el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías que desde hace varios años se viene desarrollando en el primer sábado de la Cuaresma.

Salida del Señor de la Sentencia VALERIO MERINO

Cumplir 75 años puede dar para muchas cosas, pero la hermandad de San Nicolás prefirió la sencillez y presidir el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías, colectivo que avaló su decisión. El frío que se levantó a medio día, no impidió ni tiró hacia atrás que los fieles se acercaran a los alrededores de la plaza de San Felipe . Eran más de 200 los hermanos que portaron el cirio, más que nazarenos ponen en Semana Santa algunas cofradías. Y es que la hermandad de San Nicolás, la decana del Lunes Santo en Córdoba tiene estilo y seriedad para realizar la oración a Cristo en la calle.

La alegría se conjugó con la seriedad y la elegancia con la que siempre caminan. El compás iba marcado por la capilla musical María Auxiliadora de Sevilla. No era ni el silencio más absoluto, pero tampoco era el llanto agudo de las cornetas que acostumbran a sonar detrás de sus pies.Con puntualidad, a las 17.15 horas, la puertas del templo de San Nicolás se abrieron. La Cruz de Guía , los cirios y las hermandades que estuvieron presentes, fueron desfilando en busca de un exquisito recorrido. La capilla musical entonó el «Ave Verum Corpus » y se dio por iniciado el recorrido.

El cortejo abandonó San Felipe en busca de un recorrido inédito. Buscaba lo diferente, pero también acercar al Señor a unas calles imposibles para la Semana Santa de Córdoba por las dimensiones de su paso. El recogimiento marcó el paso por las inmediaciones de la facultad de Filosofía y Letras . El empedrado de la calle hacía repuntar los pasos, la estrechez acercaba mucho más la imagen a los devotos y la penumbra se hizo eco del momento para que el contraluz dibujara una sombra gigante para hacer más grande la salida.

Detalle con la residencia de la Trinidad

El desfile, siempre acompañado de un buen número de fieles, se paseó por delante de la parroquia de la Trinidad , para poco después tener un gesto de caridad con los mayores de la residencia. Unas diez ancianas salieron a la puerta en busca de rezar al paso del Señor de la Sentencia. Los costaleros volvieron al paso hacia la residencia. La emoción y las lágrimas de felicidad hicieron que aquel giro mereciese la pena.

El Señor de la Sentencia buscó el recogimiento y la estrechez de la calle Tejón y Marín, donde unas gotitas de agua amenazaron con estropear una tarde que caminaba perfecta. Quedó en nada y la imagen de Martínez Cerrillo llegó hasta el entorno de la Mezquita-Catedral, donde le esperaba una gran masificación de devotos.

La llegada a la Catedral cambió el estilo por completo. Del masivo público que se acercaba a santiguarse al paso del Señor de la Sentencia, al Soledad y el recogimiento del interior de las columnas de la Mezquita. Quince estaciones . Quince rezos, todos con su carga moral y su finalidad. Y ese fue el final. Porque la lluvia así lo quiso. La junta de gobierno de la hermandad de la Sentencia decidió que lo más coherente era quedarse en el templo mayor de la Diócesis. La lluvia no permitió volver a disfrutar del Señor en su llegada hasta San Nicolás.

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