PASIÓN EN CÓRDOBA

Juan de Mesa sigue creciendo a las puertas de su década de centenarios en Sevilla y Córdoba

Desde 2019 hasta 2027 cada año se recordará la hechura de una de sus imágenes pasionistas

Cristo de la Agonía de Vergara, expuesto tras su restauración en Sevilla Rocío Ruz

Luis Miranda

Los años en que sus obras se atribuían a Juan Martínez Montañés , su maestro, y aquellos en que todavía no se le hacía justicia aunque se conociese su nombre ya pertenecen al pasado. Juan de Mesa (Córdoba, 1583-Sevilla, 1627), ya está en el lugar que le corresponde como uno de los grandes escultores y cada vez son más los estudios sobre su obra y mayor la atención de los especialistas.

Este lunes 26 de noviembre se cumplen 391 años de su muerte y este aniversario, recordado muchas veces en las redes sociales, lo tiene a las puertas de una década en que su nombre se pronunciará más que nunca. A partir de 2019 casi cada año se celebrará el cuarto centenario de alguna de sus imágenes pasionistas, que son las más celebradas y admiradas.

Monumentalidad y ternura

Comenzará con el Cristo de la Conversión del Buen Ladrón , que la sevillana cofradía de Montserrat tiene desde 1619, y que marcaba ya algunas de sus señales de identidad más personales: monumentalidad , ternura y una unción sacra capaz de llamar la atención de los fieles. El año siguiente será el del Cristo del Amor , que se le encargó primero y que muestra todavía la huella de su maestro, aunque no consta que llegara a su cofradía hasta el año 1620.

Cristo de la Conversión del Buen Ladrón Juan Flores

También y sobre todo será el año de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder , la imagen de Juan de Mesa que ha alcanzado devoción y difusión universal, y que se entregó en octubre de 1620 , con una potencia expresiva y una capacidad de sobrecoger fuera de toda duda. También en ese año, en plena fiebre creativa, realizó el Cristo de la Buena Muerte para la Compañía de Jesús, y que ahora está en la Universidad de Sevilla, titular de la hermandad de los Estudiantes .

Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en su procesión extraordinaria de 2013 Vanessa Gómez

Fue el primero de una serie de encargos para los jesuitas , en los que optó por un modelo más introvertido y equilibrado, más místico. En 2021 cumplirá cuatro siglos otra obra de esta clase: el Cristo también llamado de la Buena Muerte que ahora está en la Catedral de la Almudena de Madrid. Al año siguiente será el momento para una de sus obras para tierras cordobesas: Jesús Nazareno de L a Rambla , donde siguió avanzando en el modelo de Cristo con la cruz a cuestas. En 1622 firmó también el Cristo de la Agonía que se envió a Vergara (Guipúzcoa), y que se restauró en Sevilla entre 2017 y 2018. Su madurez creativa, sutileza de rasgos y fuerte expresividad hacen que se considere su obra cumbre.

No faltarán centenarios en los años siguientes: en 1623 será del Cristo de la Misericordia de Osuna , también encargo para los jesuitas, y un año más tarde el que hizo para la cofradía de la Vera-Cruz de las Cabezas de San Juan (Sevilla). A partir de ahí comienzan los años más oscuros en su vida, que algunos autores han querido ver como de enfermedad.

Cristo que preside la Catedral de la Almudena de Madrid Chema Barroso

No es una obra documentada, pero en 1625 se sabe que llegó a Vejer de la Frontera (Cádiz) su imagen de Jesús Nazareno, que se hizo en Sevilla y que estudiosos como José Carlos Pérez Morales han atribuido al escultor cordobés. Está muy alterado, pero los rasgos y la monumentalidad permiten ver algunas huellas, y en 2025 sería su cuarto centenario.

Para 2026 el turno sería el de una imagen letífica, pero muy valorada: el San Ramón Nonato del Museo de Bellas Artes de Sevilla , una obra de gran calidad técnica y virtuosismo, que hizo para el convento de la Merced. Para esa época ya había recuperado la actividad, aunque por poco tiempo. Entre 1626 y 1627 realizó su gran encargo para Córdoba: la Virgen de las Angustias y el Cristo que sostiene en sus brazos.

Nuestra Señora de las Angustias, su obra póstuma y de las pocas en Córdoba Roldán Serrano

La muerte, con 44 años , el 26 de noviembre de 1627, le sorprendió cuando, según su testamento, no le quedaban «tres días de trabajo» . En ese momento, o quizá en marzo de 1628, cuando se cumplen los cuatro siglos de la llegada de las imágenes a Córdoba, a su cofradía , y de su bendición en San Agustín , terminará una década en que el estudio de Juan de Mesa y de sus obras será permanente.

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