PASIÓN EN CÓRDOBA

Las igualás, encuentros de amor, amistad, fe y devoción en las cofradías cordobesas

Unos llegan por primera vez, otros repiten después de muchos años, todos esperan esta cita con muchas ganas

Igualá de costaleros de María Santísima de la Trinidad, de la hermandad de la Santa Faz de Córdoba Valerio Merino

Eloy Moreno

En Córdoba se cuentan por decenas el número de igualás que tienen lugar durante el mes de enero . Una de éstas es la de la cuadrilla del palio de María Santísima de la Trinidad, titular mariana de la cofradía de la Santa Faz, dirigido por el capataz cordobés Luis Miguel Carrión «Curro».

Los costaleros, cordobeses y foráneos, acuden a esta igualá por distintos motivos, todos unidos y bajo el amparo de la fe y la devoción a los titulares. Los hay que igualan por amistad, por acompañar al capataz e, incluso, por amor. Este último es el caso de Rafael Salado.

Los costaleros acuden a las igualás por distintos motivos, pero el princial es la devoción V.M.

Este costalero es hermano de la hermandad de la Vera-Cruz, de la que, además, es miembro del equipo de capataces del paso del Señor de los Reyes. Sin embargo, Salado cumplirá tres años bajo el paso de la Trinidad, titular mariana de la cofradía de su pareja y madre de su hijo Gonzalo, Fátima García. «Llegué por amor y la Virgen fue la que me enamoró a mi», explica.

Sin embargo, más allá de todo esto, hay otros motivos más simples, más sencillos, la devoción, escrita y marcada a fuego en muchos de los costaleros. Es la causante de que hermanos como Óscar Rodriguez, también conocido como «El Canijo» lleve desde el año 1996 bajo las trabajaderas de esta dolorosa cordobesa. «Llegué con sólo 16 años y espero jubilarme cuando mi hijo, que ahora tiene tan sólo 2 años, me de el relevo, mi último año con la Virgen de la Trinidad será su primero», comenta, emocionado, Rodríguez.

Muchos costaleros llevan varios años bajo las trabajaderas de su titular Valerio Merino

Precisamente, hablando de primeros años, habría que mencionar al joven costalero Jorge Almoguera. Este cordobés de 17 años acude por primera vez a igualar en el palio de la Virgen de la Trinidad. Es hermano de la cofradía de la Paz y Esperanza, sale cada año en el cuerpo de acólitos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia.

Sin embargo, sus inquietudes «costaleriles» han despertado en la cofradía con sede en la parroquia de San Juan y Todos los Santos (La Trinidad). Almoguera no conoce a nadie de esta hermandad y se ha acercado hasta la casa hermandad de la cofradía para probar suerte, «a ver si tengo algún hueco». Afortunadamente, el joven costalero la tuvo y el próximo Martes Santo será uno de los encargados de «pasear» a María Santísima de la Trinidad por las calles de capital cordobesa.

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