Pasión en Córdoba

Iglesias cofrades | San Pedro, la sólida casa de los Santos Mártires de Córdoba

La basílica custodia en una urna de plata los restos de estos cristianos perseguidos por su fe descubiertos en 1575

El obispo de Córdoba reza ante la urna de los Santos Mártires de Córdoba, en noviembre de 2020 Valerio Merino

Julia García Higueras

La piedra : uno de los elementos más fuertes y sólidos presentes en la naturaleza y el nombre del apóstol elegido por Jesucristo para levantar su Iglesia. Y la Basílica de San Pedro como sólida casa para los Santos Mártires de Córdoba, que reposan en una urna en plata cincelada obra de Mateo Martínez Moreno y Cristóbal Sánchez Soto de 1789.

La solidez de sus muros y fachada es uno de los rasgos externos más distintivos de esta iglesia fernandina en la zona de la Ajerquía en Córdoba. En ella aparecieron en el año 1575 los restos de estos cristianos perseguidos por su fe (después de permanecer escondidos en el subsuelo más de cuatro siglos) y aquí siguen venerándose gracias a la actual cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y de los Santos Mártires.

En 1578, el Arcángel San Rafael , en su aparición al padre Roelas, confirmaba que lo eran, por lo que en la iconografía de los mártires no falta nunca el ángel custodio y por eso su figura corona la urna.

Es en la Capilla sacramental , de gran belleza decorativa desarrollada en el siglo XVIII, donde se encuentra esta urna con las reliquias. La Hermandad Sacramental y la de los Santos Mártires existentes en esa época acabaron fundiéndose en una sola y utilizaron esta capilla del Sagrario, según explica la cofradía de la Misericordia en su página web .

La urna se pudo admirar en las calles en la procesión celebrada el 23 de noviembre de 2014, que llevó las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba desde su templo hasta la Santa Iglesia Catedral , por los 775 años de la consagración de ésta última.

Urna de los Santos Mártires de Córdoba, en procesión, con la fachada de San Pedro al fondo, en 2014 Roldán Serrano

Entre las riquezas artísticas del templo no hay que olvidar su fachada, de transición entre el románico y el gótico, enriquecida con una portada de estilo renacentista de Hernán Ruiz II de 1542.

Junto al muro interior de la fachada existe un pozo con agua y en este espacio se cree que estuvo primitivamente la capilla bautismal. En ella recibió en 1583 el sacramento del bautismo el escultor cordobés Juan de Mesa , autor del Señor del Gran Poder y de la Virgen de las Angustias.

Asimismo, es reseñable el retablo mayor, del siglo XVIII, que posee banco, dos cuerpos y ático, y se articula en tres calles. En la hornacina central destaca la Virgen de la Esperanza, de Alonso Gómez de Sandoval. En otra de sus capillas se encuentra el cuadro «El arrepentimiento de San Pedro», de entre 1647 y 1649, atribuido a Valdés Leal . La parroquia fue sometida a una restauración entre 1986 y 1997 y permaneció cerrada al culto.

El papa Benedicto XVI hizo efectiva la declaración del templo como basílica menor en el año 2006

Hablar de la Basílica Menor de San Pedro, que alcanza esta declaración oficialmente en 2006 en tiempos del papa Benedicto XVI , es hacerlo de la cofradía del Miércoles Santo de la Misericordia, que da culto al Cristo de la Misericordia (imagen anónima del siglo XVI) y de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo (anónima de en torno a 1700), que tienen su sede allí.

El Cristo de la Misericordia, en su capilla Valerio Merino

Su nacimiento y primera estación de penitencia en 1937 sirvieron para atraer nuevas formas a la Semana Santa de Córdoba y abrir una etapa de crecimiento y esplendor . En el año 2000 se fusiona con la histórica hermandad sacramental y de los Santos Mártires, por lo que revitalizó esta clásica devoción de la ciudad.

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