Pasión en Córdoba
Iglesias cofrades | El azul intenso que preside la parroquia de Jesús Divino Obrero de Córdoba
El presbiterio del templo del Cerro luce un retablo pictórico «art nouveau» firmado por el recordado arquitecto José Rebollo Dicenta
Los fuertes azules, en armonía con el naranja y el blanco, enmarcados en oro, no dejan indiferente a quien los ve. Presentes en el retablo del altar mayor y en los cuadros de las naves laterales de la Parroquia de Jesús Divino Obrero , en el Cerro, se deben al arquitecto que forjó la Córdoba de hoy durante 30 años, José Rebollo Dicenta.
Este retablo pictórico sobre tabla, de estilo «art nouveau» y con técnica mixta, fue un encargo del entonces y todavía hoy párroco, Antonio Murillo Torralbo , al arquitecto en el año 1996. El 24 de septiembre de 1997, siete meses más tarde, recibió la bendición, con la presencia del propio artista.
En una rica tonalidad de azules y juegos geométricos altamente decorativos, toda la atención se centra en la Virgen, rodeada por los cuatro evangelistas y los doce apóstoles. Las palabras «Mater Christi», Madre de Cristo, coronan la composición.
Dos escenas principales se presentan al espectador: en la de arriba, aparece la Virgen con el niño como trono de la sabiduría , escoltada por los cuatro evangelistas representados con sus símbolos, el tetramorfos. Y en la zona inferior, los doce apóstoles con sus respectivos atributos.
Es éste el análisis de la iconografía que el historiador del arte y cofrade del Amor Juan Carlos Jiménez desarrolla para ABC. Además, añade que «don Antonio, que siempre ha tenido gusto por el patrimonio artístico, veía el ábside muy vacío» y decidió acompañar a Jesús Divino Obrero con esta creación contemporánea.
Este gran retablo, de seis metros de altura por tres y medio de ancho, se apoya sobre una antigua mesa de altar de madera procedente del Obispado de Córdoba, que hace las veces de banco. El estilo «art nouveau» es el que desarrolló el arquitecto en sus incursiones en pintura, como ilustra Jiménez: «El retablo está muy bien resuelto, desde el punto de vista de las proporciones y las pinceladas. Es magnífico, quizá poco valorado».
Jiménez documentó estas obras en el libro publicado en 2006 por el cincuentenario de la hermandad del Amor al abordar el patrimonio artístico de su sede canónica. El templo, consagrado al culto en 1956, incorporó en 1997 el retablo y después «amplió ese discurso iconógrafico» con lienzos sobre tablas en las dos naves laterales.
José Rebollo Dicenta, impulsor del primer PGOU de Córdoba, está considerado un nombre fundamental en la configuración de la arquitecura moderna española
Este recuerdo pictórico de José Rebollo Dicenta es de los proyectos menos conocidos del recordado arquitecto que se incorporó a la profesión en los años 40 y está considerado como fundamental en la configuración de la arquitectura moderna española . Los ejes de Carlos III y Conde de Vallellano, la terminal del Aeropuerto de Córdoba, el Teatro de la Axerquía y el Coso de los Califas conforman su larga lista de contribuciones.
Rebollo Dicenta, nacido en Madrid en 1914, murió en marzo de 2012. Fue autor del primer Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba. Dos años después de su fallecimiento, el Ayuntamiento de esta ciudad le brindó un homenaje al cumplirse los cien años de su nacimiento. Lo firmó como «Joseph Robur»
Paseo de devociones
Pero en el retablo principal no reside la única riqueza artística de Jesús Divino Obrero. En los laterales de la iglesia, y también firmados más tardíamente que el retablo, hay una quincena de lienzos de José Rebollo sobre madera dedicados a las devociones locales y alusivas a este barrio.
Fueron incorporándose poco a poco, de manera escalonada. No falta en esta galería el Arcángel San Rafael , custodio de la ciudad; los patronos y mártires, San Acisclo y Santa Victoria; la Beata Victoria Díez,; también hay alusiones a la orden dominica por fray Albino , obispo artífice del barrio y de este templo; y al beato fray Domingo de Henares (que tiene calle junto a la iglesia), entre otros.
Y también es digna de mención una imponente escultura de San José y el Niño, del siglo XVIII, con un estofado «impresionante» y es «soberbia», a juicio de Juan Carlos Jiménez. La hermandad del Cerro la ha recuperado para el culto incorporándola a los altares del Corpus en los últimos cinco años. La imagen proviene de la ermita de San José (o del Santo Crucifijo), en la plaza de la Magdalena . De allí proceden, trasladadas en 1954, el San José (titular del gremio de los albañiles y carpinteros, y costeada en su día por ellos) y la imagen del Cristo del Amor.
La Parroquia de Jesús Divino Obrero es sede canónica de la Cofradía del Amor , que da culto al Señor del Silencio (de Ortega Bru, 1980); el Cristo del Amor , atribuido a Martín de la Torre, del siglo XVI; y la Virgen de la Encarnación , de Álvarez Duarte (1980). Sus tres pasos procesionan el Domingo de Ramos.
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