Las hermandades de Córdoba viven una intensa festividad de los Santos

Los cordobeses vivieron ayer una emotiva jornada de recuerdo a sus difuntos. A ello colaboraron la mayoría de las cofradías de la capital con la celebración de misas, rosarios y besamanos en torno a sus imágenes titulares. Una de ellas fue la corporación de Nuestra Señora del Carmen , que realizó el tradicional rosario vespertino hasta llegar a la parroquia de Santa Marina , donde se celebró la eucaristía para, después de ello, volver de nuevo a San Cayetano .

Portada sobre unas andas, la imagen lució seis relicarios con tesoros de Jesús Nazareno, la Magdalena, San Juan de la Cruz, San Lorenzo, Virgen de los Dolores y, el último de ellos, un relicario con alhajas de los Santos de la Orden. Además, vistió una capa brocada en seda del siglo XVIII y una toca, regalo de Manuel Jiménez por su Coronación. También llevó en el centro una reliquia de Santa Teres a, mientras que el Niño estrenó un vestido morado.

Si el Carmen de San Cayetano celebró su rosario por la tarde, la Virgen de los Ángeles de la hermandad de la Sangre del Císter realizó el suyo en horario matinal. Desde las 9.00 horas de la mañana , la corporación del Martes Santo dio comienzo a la eucaristía en honor a los hermanos difuntos. Tras ella, la talla obra de Álvarez Duarte, recorrió las calles de su feligresía con el rezo del rosario.

Por su parte, las cofradías del Buen Suceso y Expiración expusieron a sus Santas Titulares en besamanos. La primera de ellas, celebró ayer un solemne besamanos en honor a la Virgen de la Caridad en su sede canónica, la iglesia de San Andrés. Cientos de devotos visitaron a la imagen para pedir y recordar por sus difuntos. La segunda, expuso en besamanos a la Virgen del Rosario con motivo de su Coronación Canónica en 1993.

Por último, otro de los importantes cultos religiosos en el Día de los Santos fue la misa de réquiem organizada por la hermandad de la Merced. Una ceremonia íntima celebrada en la parroquia de San Antonio de Padua y en la que se recordó a los difuntos de los hermanos de la corporación.