Pasión en Córdoba

Las hermandades de Córdoba rinden culto el día de Cristo Rey

Los templos mostraron actividad, aunque con restricciones

Nuestro Padre jesús de los Reyes en su Entrada Triunfal El Rincón Cofrade

Fernando López

Cuando los cofrades y los cristianos aún centran las miradas en las afueras de las iglesias por lo que falta y no por lo que sobra, el interior de las iglesias de Córdoba denotaron la celebración de unos de los días más importantes para la comunidad en todo el año. Cristo Rey , Dios del Universo. Numerosas cofradías en Córdoba celebraron esta festividad con cultos marcados por la distancia social y altares efímeros en los que emergió la sencillez.

La hermandad del Rescatado rindió culto al Señor de Córdoba en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia. La imagen, imponente de por sí, y aumentada por su posición y sus vestiduras en el altar mayor, recordó la importancia del Señor, vestido de Rey . Las mascarillas y la situación actual privó de besar sus pies y pedirle por la salud, la familia y el trabajo. Desde la lejanía y con una reverencia, los ojos cargados de profundidad de los fieles reiteraron sus peticiones en forma de oración ante el Rey Rescatado.

Con apenas unas calles de distancia, en el castizo barrio de San Lorenzo, la hermandad de la Entrada Triunfal acercó al Señor de los Reyes a sus más fieles devotos. La representación del Señor a lomos de su borriquita, entrando a Jerusalén, también fue admirada en su templo. Gota a gota, los hermanos posaron sus miradas en la del Señor, al que hubo que contemplar de una forma más fría que en años anteriores.

Trasladados hasta el barrio del Cerro, la hermandad del Amor , clásica del Domingo de Ramos, dedicó sus oraciones y su devoción al Señor del Silencio. Con su túnica lisa, que exaltaba el dorado de su cíngulo, la bella imagen del Señor vio como sus feligreses aparecieron ante sí. Como cada año, aunque de forma diferente. El altar efímero hacía que se pudiese admirar desde casi cualquier rincón de la parroquia de Jesús Divino Obrero , elevando su imponente presencia.

Cariño de barrio es también lo que recibió Nuestro Padre Jesús de la Fe en su Sagrada Cena . Las puertas de la parroquia del Beato Álvaro de Córdoba se abrieron para recibir a los vecinos de Ciudad Jardín y a los devotos en general que admiran al titular de la hermandad de la Cena. Altar sencillo, recargado de velas y con el color rojo predominante en las flores para mostrar al Cristo Rey mediante la sencillez y la elegancia.

La palabra sencillez es también la que mejor puede definir a los cultos organizados alrededor del Señor de los Afligidos en su Presentación al Pueblo. El Señor de Cañero, como se le empieza a conocer, apareció en un altar. Bajo el título de Christus Rex , Cristo Rey, el Señor se mostró a su pueblo para recibir el culto y la veneración de sus seguidores.

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