ACUERDO
La hermandad de la Sangre de Córdoba tendrá un espacio de 700 metros cuadrados en el Císter
La cofradía almacenará en el guardamuebles sus enseres y lo dedicará a obra social
Buenas noticias para el antiguo convento del Císter. La hermandad de la Sangre ha llegado a un acuerdo con la Congregación Cisterciense de San Bernardo, por el cual las religiosas cederán un espacio perteneciente al antiguo monasterio del Císter para el uso de la cofradía del Martes Santo. Además, el monasterio seguirá teniendo culto religioso , ya que se hará cargo del mismo la orden de los Esclavos de la Eucaristía y Santa María Virgen , una comunidad contemplativa centrada en la adoración eucarística y la consagración mariana.
El hermano mayor de la hermandad de la Sangre, Carlos María Olivares , indicó a ABC que la cesión de este espacio, conocido como «Guardamuebles» , tiene una vigencia de cinco años renovables y que el espacio servirá c omo casa de hermandad de la corporación. «Las dependencias se han cedido para la casa de hermandad, donde algún espacio se destinará a la obra social y al almacén de nuestros enseres», explicó Olivares. Este espacio, que consta de unos 700 metros cuadrados y dos plantas , es independiente del resto del monasterio.
La hermandad no abandonará el espacio que ahora tiene en Capuchinos
En la actualidad, la hermandad de la Sangre tiene todas sus dependencias en su propia sede canónica , en la Plaza de los Capuchinos, ya que desde hace cuatro años no dispone del local situado en la calle Pedro López . Sin embargo, la cesión de este espacio en el antiguo monasterio del Cister no supondrá que la cofradía deje de utilizar los espacios de los que dispone en Capuchinos. «Los espacios de Capuchinos se seguirán manteniendo, aunque ahora dispondremos de más espacio gracias a esta cesión», señaló.
Así las cosas, la corporación ha querido agradecer toda la generosidad y el cariño con el que siempre han sido tratados . Para ello, la cofradía del Martes Santo ha hecho especial hincapié en agradecer la labor de toda la comunidad del Monasterio de la Purísima Concepción y el Monasterio de la Encarnación, así como a Angelines de Frutos, abadesa presidenta de la Congregación Cisterciense de San Bernardo.
