Las filiales rocieras de la provincia de Córdoba vuelven a casa

« Adiós Blanca Paloma , adiós tesoro marismeño, me voy por los caminos, con tu rostro en mi recuerdo» . Así reza la letra de una conocida canción dedicada a la Virgen del Rocío . Una composición que en estos momentos goza de gran protagonismo, ya que tras la procesión de la Blanca Paloma las distintas hermandades filiales emprenden el camino de regreso hasta sus localidades de origen. Este es el caso de las corporaciones de la provincia de Córdoba.

Las distintas hermandades filiales comenzaron a recoger sus enseres nada más terminar la procesión . Así, tras unas horas de descanso para reponer fuerzas, los rocieros cordobeses vivieron sus últimos momentos en la aldea del Rocío. Una de las primeras hermandades en salir fue la de Priego de Córdoba , que en la misma tarde del lunes ya se encontraba de regreso en su localidad, donde fueron recibidos con júbilo y alegría por todos sus vecinos.

Por su parte, la hermandad del Rocío de Córdoba vivió un año más uno de sus momentos más especiales; guardar el Simpecado en su cajón antes de regresar a Córdoba. Las damas camaristas de la hermandad, rodeadas por los hermanos de la corporación, fueron las encargadas de llevar a cabo este acto tan emotivo, que cada año se repite como un ritual entre sevillanas, plegarias y el rezo de la salve.

Caso parecido es el de la hermandad del Rocío de Lucena , que al igual que la filial de la capital guarda su Simpecado en un cajón para regresar hasta su localidad, ya que ambas no realizan el camino de vuelta . Para finalizar, los hermanos de la hermandad del Rocío de Córdoba tienen una cita el próximo sábado en la Real Iglesia de San Pablo a las 21.00 horas, donde se celebrará una eucaristía de acción de gracias por el camino de 2018.