ESTÉTICA
La estampa antigua de la Virgen de las Lágrimas de Córdoba
La titular de la Misericordia se muestra con un tocado que se ciñe a todo el óvalo facial

¿Un atuendo novedoso o la recuperación de una antigua forma de vestir? Seguramente la forma en que se presenta en estos días la imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo ha sorprendido a los cofrades, pero no deja de recordar a estampas antiguas.
La titular de la cofradía de la Misericordia luce para noviembre con un tocado que no deja ver el cuello, ceñido a todo el óvalo facial, a base de pliegos y sin ningún enjoyado. Únicamente se ha dispuesto un corazón con los siete puñales. El trabajo realizado por su vestidor, Álvaro Vizcaíno , hace que el tejido cubra la mitad de la frente y todo el cuello partiendo desde la barbilla. Su austeridad es clásica de lo que se usa en noviembre, pero no sería la primera vez que la Virgen se viste así.
La primera fotografía conocida de esta Dolorosa es de 1949, anterior a la restauración que le realizará el director artístico de la hermandad, Rafael Díaz Peno , para su primera estación de penitencia el Miércoles Santo del año siguiente. La estampa es muy parecida, pero con una diferencia: la Virgen lleva un rostrillo, que ahora no luce. No era un rostrillo enjoyado, como el de la Virgen de los Dolores , sino con encajes, que también llevaron muchas imágenes, como las Angustias, según testimonio gráfico. El rostrillo tapa toda la frente y roza las cejas.
Por lo demás, la forma de vestir sí recuerda en algo entonces a la Señora de Córdoba en el pecherín y en las vueltas del manto hacia afuera, según un plano más abierto. La imagen estaba por aquel entonces en la iglesia de la Magdalena , en la capilla conocida como de los Armenta, aunque venía de la ermita de los Dolores Chicos , en la calle Conde de Torres Cabrera. Es probable que entonces no tuviera una estética muy distinta a la que estos días se ve en su capilla de la basílica de San Pedro .