VIVENCIAS
«Está cargado de años y sigue haciendo el camino»
Francisco Rodríguez lleva 23 años peregrinando con la hermandad de Córdoba hasta el Rocío
![Francisco Rodríguez, en la salida del Rocío](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2016/05/06/s/francisco-camino-rocio--620x349.jpg)
«Está cargado de años y sigue haciendo el camino» dice la letra de las famosas sevillanas de La Medalla , dedicadas al peregrino. Una estrofa que bien podía estar dedicada a Francisco Rodríguez Alonso , rociero de 76 años que cuenta con 23 caminos a sus espaldas. Con la ilusión del primer día, este devoto de la Blanca Paloma emprendía ayer una nueva peregrinación hacia la Aldea, junto al Bendito Simpecado de la filial cordobesa.
Acompañado de su mujer y de dos matrimonios de amigos con los que comparte carriola y camino, Francisco ultimaba este jueves los últimos detalles y papeleos antes de poner rumbo a la Aldea. A pesar de la experiencia de todos estos años, este peregrino asegura que « cada camino es diferente al resto y se afronta con mucha ilusión». Aunque para otros la organización de nueve días de romería puede resultar una auténtica odisea, Francisco es un auténtico experto en estas lides. No obstante, confiesa que lo más complicado sigue siendo «que mi mujer no se lleve medio armario», bromea antes de la salida.
Las vivencias de este veterano rociero no se limitan a su papel como simple peregrino, ya que Francisco Rodríguez sabe bien lo que es la responsabilidad. No obstante, ocupó el cargo de hermano mayor de la filial cordobesa desde 1993 a 2001. Ahora, disfruta como un simple caminante, aunque no se libra de averiguar permisos y gestiones de última hora.
Para Francisco, todos los momentos son especiales, aunque hay varios que destaca por encima de otros. Concretamente, «el paso por Coria y el cruce en la barcaza , en el que todos le rezamos la Salve a la Virgen y arropamos al Simpecado». En cuanto a la parte negativa, el ex hermano mayor esgrime que « lo peor es la lluvia , el calor se soporta, pero la lluvia, sobre todo en la parte de la Campiña, dificulta mucho en paso». En cualquier caso, «eso es lo que nos diferencia de las de penitencia, que aunque llueva tenemos que salir», concluye antes de partir.