PATRIMONIO
Diez grandes mantos de la Semana Santa de Córdoba
Las cofradías de la ciudad cuentan con piezas de un gran valor artístico

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El manto verde de la Virgen de la Esperanza
El manto de salida de María Santísima de la Esperanza fue bordado entre 1966 y 1970 por la Madres Adoratrices, en terciopelo de Lyon verde, bajo la dirección de Juan Martínez Cerrillo. Esta pieza está bordada en oro fino y sedas de colores , contando con aplicaciones de bordados de los trajes de torero de Calerito, Zurito y Pireo.
2

El manto azul de la Reina de los Ángeles
La titular mariana de la cofradía del Císter cuenta con un manto de salida bordado en oro por Piedad Muñoz , sobre terciopelo de color azul pavo real, siguiendo un diseño de Fray Ricardo de Córdoba. Esta pieza está realizada con materiales de primer nivel como el oro fino, marfiles y sedas. Además, a lo largo de todo el manto se disponen sobrepuestos diferentes ángeles de plata , lo que lo hace muy característico.
3

El manto de plata de Virgen de la Paz
El manto de salida de María Santísima de la Paz y Esperanza es el último manto de salida bordado que se ha realizado en nuestra ciudad. Obra del taller de bordados de Salteras (Sevilla) en 2009, según diseño de Fray Ricardo de Córdoba , está bordado en hilo de plata fina sobre lamé de seda en color crema, abundando en toda su extensión perlas, cristal de roca y cristal swaroski, lo que enriquecen el bordado y dan contraste al trabajo en hilo de plata.
4

El manto malva y oro de la Virgen de las Lágrimas
Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo , titular mariana de la hermandad de la Misericordia, cuenta con uno de los mantos más personales y característicos de la Semana Santa cordobesa. Bordado en oro fino sobre terciopelo de color malva , la pieza es obra de las Madres Adoratrices siguiendo un diseño de Rafael Díaz Peno.
5

El sobrio manto de la Nazarena
Otro de los grandes mantos procesionales con los que cuenta la Semana Santa cordobesa es el de María Santísima Nazarena . La pieza, obra de la bordadora egabrense María Dolores Velasco y Malverín, fue realizado en el año 1862. Se trata de un manto con un esquema decorativo de orla perimetral , con una decoración a base de motivos florales, muy propia de la época.
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El clásico manto de la Soledad de San Cayetano
El manto de salida de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad , realizado entre 1922 y 1924, es obra del taller de las clarisas de Santa Isabel de los Ángeles a instancias de Soledad Cabrera, marquesa de la Mota del Trejo. La pieza cuenta con motivos florales repartidos simétricamente por todo el conjunto, con finas y estilizadas hojas y flores. En 1948 y 1957 fue restaurado por las Madres Filipenses, mientras que el taller de Antonio Pozo pasó el bordado a un nuevo terciopelo en 1985.
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Los mantos de la Virgen de las Angustias
La Virgen de las Angustias cuenta con dos mantos bordados de salida en su ajuar. El primero de ellos, de terciopelo negro y bordado en oro fino , obra del bordador Manuel Obiols. Un trabajo que fue ejecutado en 1816. El manto tenía las vistas bordadas y en su centro figuraba el escudo de la provincia, que fue sustituido en 1930 por el escudo pontificio. En 1952 se amplió con ricos bordados de las Adoratrices y en 1958 fue adaptado con motivo del estreno del paso de Castillo Ariza. En 2008, el bordador cordobés Antonio Villar pasó los bordados a nuevo terciopelo y eliminó alguno de los añadidos del siglo XX con la idea de recuperar la estética primitiva del manto.
El segundo es el manto morado, bordado por las monjas del Colodro , Esclavas del Santísimo y la Inmaculada, según diseño de Manuel Mora Valle y estrenado en 1974. Esta pieza, de un gran valor artístico, sigue siendo en la actualidad toda una referencia entre los mantos de la Semana Santa cordobesa.
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El rico manto de la Reina de los Mártires
El manto y el paso de palio de Nuestra Señora Reina de los Mártires conforman uno de los conjuntos bordados más importantes de la Semana Santa de Córdoba. Realizado en 1955 por la bordadora sevillana Esperanza Elena Caro, está bordado en oro fino sobre terciopelo rojo . En el dibujo se observan diferentes roleos, hojas y palmas, que hacen clara referencia a la advocación de la Dolorosa.
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El manto de la Virgen del Rosario
La titular mariana de la hermandad de la Expiración, que en 2018 celebra el XXV aniversario de su coronación canónica, cuenta también con un importante manto bordado. La ejecución del mismo corrió a cargo de las Madres Filipenses de Santa Isabel. EL bordado sigue el estilo de los diseños de su autor, Fray Ricardo de Córdoba, con elementos florales, ángeles niños que portan rosarios y cartelas con tallas de marfil. Llama especialmente la atención la réplica del Cristo de la Expiración , de marfil, que simula la cruz de un rosario.
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Los mantos de la Virgen de los Dolores
«La Señora de Córdoba» cuenta con el mayor número de mantos procesionales bordados de la ciudad. Una de las piezas más llamativas de todo el ajuar de la Virgen de los Dolores es el conocido como manto de las palomas . Fue ideado, diseñado y costeado por el entonces capellán de la hermandad, Ángel Redel, a finales del siglo XIX.
Otro de los mantos de la Virgen de los Dolores es el manto de los dragones , realizado en 1923, resultó ser el diseño ganador de un concurso, obra de Ricardo García de Vargas. Las hermanas de la congregación servita fueron las encargadas de su confección y bordado.
El tercero de estos mantos es el conocido como de los alféreces , realizado en 1973 en los talleres sevillanos de Esperanza Elena Caro. Se trata de una donación de la hermandad de Alféreces Provisionales y sólo ha procesionado en una ocasión, en 1978.