PASIÓN EN CÓRDOBA

Diez años desde la última restauración de la Virgen de los Dolores de Córdoba

El encargado de realizar este trabajo fue el restaurador Enrique Ortega

Nuestra Señora de los Dolores de Córdoba durante su salida procesional el Viernes Santo del 2016 Rafael Carmona

Eloy Moren

En sus casi 300 años de historia la talla de la Virgen de los Dolores de Córdoba ha pasado por varios procesos de restauración. El último fue en julio del año 2008 y fue realizado por la empresa de restauración Regespa , en manos del restaurador cordobés Enrique Ortega .

La talla, obra del imaginero cordobés Juan Prieto , es una de las más queridas y veneradas de la Semana Santa cordobesa . De hecho, antes de retirar del culto a la Virgen de los Dolores para este última restauración fueron múltiples los fieles que se acercaron hasta la iglesia de San Jacinto para despedir a la «Señora de Córdoba»

De esta última restauración han pasado ya diez años y Ortega, su autor, aún sigue recordando lo que supuso este trabajo en su carrera profesional. «Cuando llegó a mis manos la imagen de la Virgen de los Dolores lo primero que sentí fue una gran responsabilidad y, después, mucho agradecimiento a la hermandad servita por depositar en mi su confianza», ha explicado el artista.

Ortega, a su vez, ha reconocido que «dejar una imagen de esas características en manos de un restaurador fue una decisión complicada» . Sin embargo, «cuando hay confianza entre la cofradía y el restaurador es todo mucho más fácil » y, precisamente, así fue en este caso, tal y como ha aclarado el responsable de la empresa Regespa.

La imagen de Nuestra Señora de los Dolores antes de ser restaurada, en el 2001 R.A.

Los principales daños que presentaba la Virgen eran grietas de la madera , elementos metálicos -sobre todo en el pecho y en la nuca-, numerosos repintes en la cara y las manos, así como arañazos y desgastes de policromía en el pecho y en la cabeza. Además, también ha explicado Ortega, «tenia un barniz oscurecido y las lágrimas -algunas de calidad deficiente- estaban desplazadas de su ubicación primitiva» .

De esta forma, el trabajo que se tuvo que realizar desde la empresa Regespa en aquel momento se centró en « la consolidación de la policromía , la eliminación de todos los elementos metálicos, la restauración de las grietas en el soporte, la limpieza de la policromía y eliminación de todos los repintes». También, se sustituyeron las lágrimas por otras nuevas . Ortega, además, realizó la reintegración cromática de todas las lagunas «para devolver a la escultura a su unidad estética ».

Sin duda, no fue fácil restaurar una imagen tan reconocida y venerada. Aún así, a pesar de la dificultad del trabajo, los resultados fueron acogidos «con gratitud» por parte de la junta de gobierno y el resto de hermanos de la hermandad de los Dolores . Y es que, en palabras de Ortega, la Virgen de los Dolores atrae a la devoción porque «tiene una corporación que la cuida , que fomenta y facilita la relación con su pueblo».

Con esto, el restaurador también ha recordado que, en Córdoba, primero existió la devoción a María y, de ahí, la necesidad de crear una hermandad y, después, contar la imagen». Por este motivo, es muy difícil que la veneración a la Virgen de los Dolores en esta ciudad «pueda morir» .

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