PROVINCIA
La devoción aracelitana toma las calles de Lucena
El obispo Demetrio Fernández ofició la ceremonia religiosa y apeló a la misericordia y a la ayuda al necesitado
Lucena volvió a vivir ayer su domingo más grande . Los lucentinos se volcaron con la Virgen de Araceli, por la mañana con la solemne función religiosa, y por la tarde y noche con la procesión oficial , que llevó a la virgen por las calles de la ciudad entre miles de fieles aracelitanos.
A las 20.00 horas se inició el recorrido procesional. En esta ocasión la imagen fue portada por la cuadrilla de santeros dirigida por Francisco Contreras. Asimismo, una lluvia de miles de pétalos de flores cayeron a la virgen desde los balcones.
Acompañaron a la patrona de Lucena la Aracelitana Mayor , María Araceli Muñoz Ruz, y su corte de honor; representantes de las distintas cofradías lucentinas, la Agrupación de Cofradías y hermandades filiales; la corporación municipal bajo mazas; representantes de la Policía Local, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía; miembros del Colegio de Abogados y los Juzgados de la ciudad; parte del clero y un sinfín de fieles y promesas, alumbrando con sus velas y haciendo interminable el cortejo procesional.
Antes de entrar en el templo, se apagaron las luces de la Plaza Nueva. La virgen se aproximaba a San Mateo cuando miles de cohetes comenzaron a iluminar el cielo lucentino en una magnífica sinfonía de pólvora, humo, color y música. Unos treinta minutos de duración que se cerraron con el sonido del tambor marcando la santería sobre el cielo en un alarde pirotécnico.
El obispo presidió la función religiosa
Un templo de San Mateo decorado con las miles de flores depositados ante la virgen durante la multitudinaria ofrenda floral del sábado, acogía por la mañana la solemne función religiosa en honor a María Santísima de Araceli.
En ella volvieron a resonar con brillantez los acordes de la Misa del Campo Andaluz , composición creada por el compositor local Antonio Villa Álvarez de Sotomayor hace casi cincuenta años y convertida con el paso del tiempo en un símbolo de la tradición aracelitana.
Fue interpretada por parte de la Orquesta del Conservatorio profesional de Música Maestro Chicano Muñoz y la Coral Lucentina, bajo la batuta de Víctor Nájera Sánchez.
La ceremonia religiosa concelebrada, fue presidida por el obispo de la Diócesis de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández . El prelado cordobés hizo referencias a temas de actualidad como el paro, el incremento de la pobreza y el papel de la iglesia en defensa de quienes menos tienen. Asimismo, apeló a la obligación que para todo cristiano debe suponer la misericordia y la ayuda al necesitado .