OBRA SOCIAL

Una década de solidaridad con Perú desde Córdoba

La hermandad de la Soledad de Santiago continúa con su obra social en Zapallal

Detalle de la hermandad de la Soledad RAFAEL CARMONA

R. C. M.

Ya ha pasado una década de la puesta en marcha de la obra social de la hermandad de la Soledad de Santiago en Perú. Un tiempo en el que la corporación penitencial ha volcado sus esfuerzos en colaborar con la comunidad de la Sagrada Familia en Zapallal , una localidad situada en el distrito de Ventanilla, en la que proliferaron los asentamientos humanos.

Fue en el año 2006 cuando Miguel Rodríguez expuso a la cofradía de la Soledad su proyecto en tierras peruanas. Desde entonces, la hermandad decidió colaborar con el mismo a través de su obra social. Primero lo hizo con una aportación económic a y, un año más tarde, se involucró para la construcción de un salón multiusos que hace las veces de capilla, lugar para las clases y local de ensayos del coro. Un objetivo que era para cinco años y que la cofradía logró en apenas dos.

Asimismo, también se abordó la puesta en marcha de una casa para madres adolescentes , en el que fue el último de los proyectos sociales de la hermandad en tierras peruanas. Desde entonces, y a la espera de un nuevo plan de actuación específico, la cofradía ha ido realizando aportaciones económicas. «En enero esperamos que nos llegue un nuevo proyecto para ponernos manos a la obra », explica Francisco López , hermano mayor de la Soledad.

De primera mano

Uno de los que mejor conoce de primera mano esta obra social es Luis Sendra , hermano de la corporación, que ha visitado, junto a otros, la comunidad peruana. «La Sagrada Familia ha llegado a albergar a unos 800 niños en situación de abandono , además ofrece allí mismo un colegio para los albergados y para los que no lo son en colaboración con el gobierno peruano », señala Sendra.

Por otro lado, esta comunidad tiene un coro musical que pudo visitar Córdoba y otros lugares de Andalucía en el año 2012. Fue entonces, cuando más de una decena de estos niños se encontraron con la bella imagen de María Santísima de la Soledad . Circunstancia esta última, la soledad, que conocieron en su llegada al mundo pero que, gracias a iniciativas como la de la cofradía cordobesa, han cambiado por una familia cristiana en la que han encontrado el cariño y una educación para afrontar un futuro mejor.

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