Pasión en Córdoba
La década del 2020, el inicio de los 50 aniversarios de una época dorada de las cofradías en Córdoba
El Nazareno, el Vía Crucis, el Buen Suceso o el Huerto y muchas imágenes comenzaron en esos años
El crecimiento y la consolidación de las hermandades en Córdoba han tenido diferentes momentos. No siempre fue tiempo de esplendor como el actual aunque sí hubo momentos y décadas que supusieron varios pasos adelante para llegar hasta lo que es hoy la Semana Santa. La década de los 70 marcó sin duda un antes y un después. Fue el inicio de varias hermandades y también la llegada de imágenes sin las que no se entenderían la Semana Santa de Córdoba actual. A partir del año próximo, comenzarán a celebrarse los 50 años de hitos históricos.
En 1971, se dieron los primeros pasos para recuperar la hermandad del Nazareno . Fue un año después cuando volvió a procesionar. Esa hermandad había sido histórica en los siglos anteriores pero estuvo sin culto y sin actividad hasta ese año. Comenzó a procesionar en Martes Santo , alejado de lo que había sido varias décadas atrás. Poco a poco y con la insistencia de personas como Andrés Valverde, la cofradía creció hasta recuperar su identidad y el potencial de antaño. Además, en 1974 se produjo la primera salida de María Santísima Nazarena .
En 1973 inició su andadura otra de las hermandades con más sello propio de la Semana Santa cordobesa: El Vía Crucis . Desde ese año lo hizo sin paso y en Lunes Santo. Su forma actual ha variado poco desde entonces y aunque su intención era hacer estación de penitencia el Viernes Santo, se quedaron en el Lunes Santo. Y ese miso año también se organizó el Buen Suceso . Fue su primera vez en un Martes Santo aunque en los años y décadas posteriores presentaría una enorme evolución.
En 1973 también se produjo la refundación de la hermandad del Santo Sepulcro . Primero se produjo la disolución de la cofradía de caballeros del Santo Sepulcro y pocos meses después se organizó la actual hermandad a través de un grupo de jóvenes cofrades. Además, la hermandad de las Penas de Santiago encargó a Antonio Eslava la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados.
Esta década estuvo marcada por autores como Antonio Eslava, autor de varias imágenes, pero también por la presencia de Fray Ricardo de Córdoba y Luis Álvarez Duarte. En el 73 el primero intermedió con el segundo para la llegada de la imagen del Rosario a la hermandad de la Expiración . Esa unión trajo años después más alegrías a la Semana Santa.
Siguiendo la línea temporal, en 1975 se volvió a organizar la hermandad del Huerto . En 1976 volvió a salir por primera vez y ya en Domingo de Ramos, un día hasta entonces inédito para lo que en épocas pasadas había sido esa cofradía. Heredaron las imágenes de Jesús Orando en el Huerto y también la del Amarrado. Además, en el 78 incorporaron la imagen de María Santísima de la Candelaria, también obra de Antonio Rubio .
Segundo lustro con el mismo esplendor
En la segunda parte de la década llegó el nacimiento de la cofradía de la Sangre . En 1976 y con Fray Ricardo como alma mater, se formó la cofradía cisterciense gracias a un grupo de alumnos de La Salle. Antonio Eslava realizó el titular y también adquirieron en su taller la imagen de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, a la que ahora se le rinde culto de gloria. La cofradía se enriqueció poco después con el San Juan y la nueva dolorosa, ambas obras de Luis Álvarez Duarte .
En ese año también se produjo un hecho llamativo en la hermandad de la Coronación de Espinas . El imaginero Francisco Buiza quemó en presencia de Fray Ricardo la antigua dolorosa que estaba en muy mal estado. Posteriormente creó la actual imagen que lleva en su pecho las cenizas de la anterior. Inmediatamente después se puso a darle forma al actual Cristo de la Coronación , que data de 1978.
Fue en ese año, en 1978, cuando Luis Álvarez Duarte finalizó la hechura de la Virgen de la Soledad. Ese mismo año se bendijo y comenzó también una de las hermandades más carismáticas de la Semana Santa actual. En ese tramo final de la década, la Sentencia rescató la imagen de María Santísima de Gracia y Amparo a la que comenzó a rendirle culto público por las calles de la ciudad. También la Virgen de las Tristezas del Remedio de Ánimas o la hermandad de la Agonía comenzaron ahí sus primeros pasos.
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