«La Córdoba verdadera no está lejana ni sola», los fragmentos 'perdidos' de los pregones de Montero Galvache

Julia García Higueras

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

22/07/2021 a las 07:00h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Cuando la bibliografía sobre la Semana Santa de Córdoba no abundaba, pero existía y comenzaba a crecer, hubo un libro que se hizo popular en la configuración de cierto universo sentimental de las cofradías de la ciudad.

Se tituló 'Semana Santa cordobesa' y era una edición conjunta de los cuatro pregones (1955, 1957, 1959 y 1975) que realizó el escritor y periodista Francisco Montero Galvache (San Fernando, 1917-Alcalá de Guadaira, 1999). Ya fueron un clásico inmediato desde la década de 1950, pero el volumen, publicado por la Colección de Bolsillo de Cajasur en 1988, lo aumentó.

Pocos recuerdan, sin embargo, que tuvo un antecedente que además recogía textos que no aparecieron en el volumen de 1988. El cofrade Antonio Varo cuenta con ejemplares de este volumen que se tituló de forma parecida, 'Semana Santa de Córdoba', y que publicó Editorial Jerezana en 1960.

Vio la luz poco después del último de los tres que realizó en apenas un lustro en Córdoba y en la portada tiene una errata: dice que el último fue en 1958, cuando fue un año más tarde , como sí recoge el interior. Fue una de las primeras ocasiones en que los anuncios de la Semana Santa se recogieron en libro, algo nada frecuente hasta entonces, ya que algunos textos ni siquiera se conservan.

Los textos de estos tres pregones, que marcaron una época, son más largos en el volumen de 1960 que en el de 1988. Lo más llamativo es la introducción del primero de ellos: «Si yo os dijera que este pregón de la Semana Santa de Córdoba ha sido el que, con mayor fuerza, ha movido todas mis potencias espirituales, el que ha requerido de todo mi recogimiento , acaso pensaríais que estaba pisando la tierra del piropo y del recuerdo. Y no es así».

Así comienza un texto que para los lectores del libro más conocido sonará inédito cuando no lo es. Es una larga introducción en la que habla de la ciudad, según es costumbre en muchos pregones, y de muchos paisajes: desde el Cristo que llama de los Dolores (como muchas veces se decía) hasta denunciar la « manoseada pirotecnia del bosque de columnas de la Catedral».

Lo más llamativo de esta parte luego omitida y, por lo tanto, desconocida para muchos de los lectores es el romance en que desmiente los versos de Manuel Machado que ya entonces se habían hecho tópico y que definían a Córdoba como «lejana y sola». Así arrancó la primera de sus tres intervenciones en el Real Círculo de la Amistad .

Montero Galvache lo niega y emplea versos: «La Córdoba verdadera / no está lejana ni sola . / Ni es tierra para morir / su noble tierra católica. / La Córdoba seria, grave, / augusta, solemne, honda , / tiene, como toda tierra, / su morir, a la española. / Y está cerca del cielo / y llena, que no está sola / porque la cruzan los aires / de cien culturas famosas».

En 1957 ya confiesa que quería hacer algo distinto que en 1955, lo que consiguió en todos sus textos porque Francisco Montero Galvache realizó más de 300 pregones diferentes por toda España , sobre todo Andalucía, y casi siempre con éxito.

El escritor divide además sus textos con distintos epígrafes , que también cambian entre una edición y otra. Así, lo que en el primero era 'Sale la Misericordia', en el de 1988 fue 'En las campanas, los pájaros', y el epígrafe 'Madre de Angustias llena' pasó a ' Angustias de la gubia enamorada '.

El libro de 1960 recoge ilustraciones, cuyo autor no aparece, pero de carácter genérico que no permiten distinguir qué imágenes son o a qué ciudad pertenecen. Montero Galvache resumía así unos textos que, de alguna forma, configuraron el concepto más clásico del pregón .

Aunque el primer anuncio se había hecho en 1945, el pregón que busca emocionar al espectador con versos, emociones y mucha sensibilidad llegó a Córdoba precisamente en 1955 con Francisco Montero Galvache y se consagraría para toda Andalucía un año después, con el que, con parecidos parámetros, realizó Antonio Rodríguez Buzón en 1956 en Sevilla .

El hecho de que el periodista y escritor lo hiciera en tres ocasiones casi seguidas es testigo de su éxito, que le invitó a editarlo en un libro. Muchos versos son conocidos desde entonces, desde los que dicen « Hemos visto un cielo malva / lleno de Misericordia» hasta los que dedicó a la Esperanza: «Verde el manto, verde el palio, / verde el talle, verde el cielo».

No terminó, con todo, su relación con la Semana Santa de Córdoba y sus cofradías en aquel libro. El 13 de marzo de 1965 realizó el pregón de la coronación de Nuestra Señora de los Dolores y en 1975 volvió a anunciar -«Quince repiques tiene mi regreso»- la Semana Santa.

Ver comentarios (0)

Reportar un error