PASIÓN EN CÓRDOBA
El colegio de la Divina Pastora cumple un sueño llegando en procesión a la Catedral
Alumnos y profesores formaron parte de un cortejo espléndido con el acompañamiento musical de la banda de El Carpio
El Colegio de la Divina Pastora de Córdoba viene celebrando los distintos actos que conmemoran su centenario. En la tarde del sábado, clausuraron sus actividades con una procesión de la imagen que da nombre al colegio, desde sus instalaciones hasta la Mezquita-Catedral, donde el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, presidió la eucaristía, antes del regreso hasta su colegio. Además de la Divina Pastora, también procesionó una imagen de San Francisco , cedida por el Colegio Divina Pastora de Villa del Río.
Poco después de las 16.30 horas, las puertas del colegio en la calle Osario se abrieron para que el cortejo, formado por alumnos del centro inaugurasen una tarde marcada por las nubes y la baja temperatura. En un recorrido sencillo y acompañados por la banda de música de El Carpio y la propia Escolanía del colegio , la procesión llegó hasta el Patio de los Naranjos, para hacer su entrada en la Mezquita-Catedral.
Tras la misa, presidida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, procedió a su vuelta hasta el Colegio de la Divina Pastora, donde llegó casi a las 21.00 horas. La imagen estuvo portada por cuatro cuadrillas de costaleros, dos de niños y dos de niñas , alumnos todos del centro en el que se forman y estudian. Los capataces eran también antiguos alumnos.
En el acto estuvieron volcadas distintas hermandades, como el redil eucarístico de la Divina Pastora de Capuchinos , que ha cedido parte de los enseres portados en la procesión. También la hermandad de la Virgen de la Cabeza cedió parte de su ajuar.
En el acto participaron también representantes de la Congregación, la Fundación educativa y otros colegios de la institución en Andalucía, así como miembros de las hermandades de Capuchinos. Además, también han participado un numeroso grupo de padres e incluso algunos de ellos también han realizado donaciones en forma de ajuar para completar una procesión, que marcará un antes y un después en la historia del colegio.
Este será un recuerdo que difícilmente podrán olvidar tanto los alumnos como los rectores y una forma más para los niños de vivir una experiencia única debajo de un paso, algo que a buen seguro harán en el futuro en la Semana Santa cordobesa cuando sean ellos los encargados de portar en sus hombros las figuras más destacadas de la imaginería que procesiona por las calles de la ciudad.