CONSECUENCIAS
Las cofradías estudian los posibles daños causados por la lluvia
El agua afectó a ocho pasos durante el Domingo de Ramos de las hermandades de la Entrada Triunfal, el Amor y el Huerto
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Ya ha pasado más de una semana de un aciago Domingo de Ramos para las cofradías cordobesas y las hermandades a las que la lluvia sorprendió en la calle ya han valorado en un primer análisis los posibles daños que el agua ha realizado en su patrimonio. En total, fueron ocho los pasos afectados por la lluvia en la jornada del Domingo de Ramos, los tres del Huerto y el Amor y los dos de la Entrada Triunfal.
En cuanto a la cofradía de la Oración en el Huerto , a la que la lluvia acechó cuando discurría por carrera oficial, el hermano mayor de la corporación, Manuel López, explicó que «gracias a Dios, no hemos tenido que lamentar ningún daño , ni en los titulares ni en los pasos”» En cuanto a las imágenes, «fueron cuidadas nada más llegar a casa por José Carlos Rubio, que nos dijo que no había perjuicios». Una semana más tarde, en el desmontaje de los pasos, «Jesús Rosado estuvo con nosotros viendo el palio y nos tranquilizó saber que todo estaba bien », expuso López.
Pero si hubo una hermandad a la que la lluvia atizó con fuerza fue la de la Entrada Triunfal . Fuera de pronóstico, un inmenso chaparrón comenzó a caer cuando la imagen de Nuestro Padre Jesús de los Reyes se acercaba a la plaza de las Tendillas. Rápidamente, la cofradía buscó refugio en el instituto Góngora , al que minutos después llegaba la Virgen de la Palma.
El hermano mayor de la Borriquita, Rafael Peinado, asegura que « no hay consecuencias en las imágenes», aunque no puede confirmar que no lo haya en el palio, «cuyas partes más susceptibles de verse perjudicadas están en manos de Antonio Villar ». Asimismo, «no podemos decir si se han visto dañadas o no hasta que él nos lo comunique», explicó Peinado.
Por último, con menos virulencia caía la lluvia en el Cerro cuando los pasos del Cristo del Silencio , el Crucificado del Amor y la Virgen de la Encarnación atravesaban las calles Rosario y Beato Henares de camino al otro lado de la ciudad. No obstante, la cofradía no quiso correr riesgos y rápidamente cubrió a los titulares con plásticos para volver al templo. Una acción que ayudó a que la lluvia no hiciera mella ni en las imágenes ni en los pasos, tal y como confirmó a este periódico Juan Carlos Jiménez, miembro de la junta gestora del Amor . Además, en el caso de la Virgen bastó con recoger el manto, ya que el palio estrenaba este año un plástico sobre la malla que impedía que el agua calara.