PASIÓN EN CÓRDOBA

Caridad e ilusión en el primer olor a incienso en las calles de Córdoba

La hermandad del Sepulcro procesionó al Niño Jesús en una jornada para los jóvenes y la labor social

Salida del Niño Jesús de la hermandad del Sepulcro MIGUEL ÁNGEL SALAS

Fernando López

Córdoba aún respira ambiente navideño. Las calles siguen con sus adornos habituales y los comercios se llenan para cumplir con las últimas compras antes del día mágico de Reyes . Entre tanto, la plaza de la Compañía se vistió de un color especial. Las campanas comenzaron a redoblar en tanto que decenas de personas se agolparon a las puertas del Salvador y Santo Domingo de Silos .

Desde hace cuatro años, la hermandad del Sepulcro pone en la calle al Niño Jesús en una procesión con muchos significados. La hermandad que pone en la calle el Viernes Santo el misterio de Jesús yacido en el sepulcro, es la encargada de hacer procesionar la vida a través de Jesús niño. La seriedad de la que presumen en Semana Santa, se convierte en alegría y vida en enero.

La juventud y los niños son los protagonistas en una salida que sirve de puente para conocer la Semana Santa , para comprobar qué se siente al portar el peso y la responsabilidad de pasear al hijo de Dios. Cuando las puertas de la parroquia se abrieron, desapareció la sensación navideña y llegó el olor a incienso y la sensación de oler también a azahar. La agrupación musical de la Sagrada Cena entonó el himno nacional y sus primeros compases musicales mientras el paso se mecía y buscaba realizar su camino por las calles más céntricas de la ciudad.

El cortejo subió hacia Santa Victoria para, por Juan Valera, coger hacia Ángel de Saavedra, la calle Barroso, la plaza de San Juan y posteriormente las calles Sevilla y Málaga antes de llegar a la plaza de las Tendillas. Desde ahí inició el recorrido de vuelta por la calle Jesús María hacia Ángel de Saavedra y nuevamente Juan Valera, Santa Victoria y la plaza de la Compañía , donde llegaron apenas dos horas después de su salida.

Cáracter caritativo

Además de ser una procesión para que, en cierto modo, los más jóvenes disfruten, también lo era con un fin social. De hecho, para formar parte del cortejo, los niños tenían que donar previamente pañales y productos de higiene para bebés, que fueron donados íntegramente a la Bolsa de Caridad de la parroquia de la Compañía.

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