Pasión en Córdoba
El Calvario de Córdoba, una cofradía en su año número 300
La corporación de San Lorenzo inicia los días en que se celebrará el tercer centenario de su fundación para rezar el Vía Crucis
Desde 1722 hasta ahora han cambiado muchas cosas en la ciudad, en el mundo y en la propia hermandad, que se fundó con unos fines y luego evolucionó. Pero en este mes de julio de 2021 sí es seguro que la hermandad de Nuestro Padre Jesús del Calvario entra en su año número 300.
La cofradía ha preparado una serie de actos entre culturales y cultuales que se celebrarán en los próximos meses y que festejarán el tercer centenario de una de las cofradías más antiguas de la Semana Santa que, sin embargo, no nació para salir en estos días.
El 20 de julio de 1722 el entonces obispo de Córdoba, Marcelino Siuri, aprobó las primeras reglas de la Santa Hermandad de la Sagrada Pasión y Vía Sacra de Nuestro Señor Jesucristo, con sede en la iglesia parroquial de San Lorenzo .
Su cometido, como recuerda el historiador Juan Aranda Doncel, era sobre todo el rezo del Vía Crucis. Debían hacerlo todos los viernes, domingos y festivos excepto las pascuas de Navidad, Resurrección y Espíritu Santo, y debían ir con una imagen de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas hasta el Marrubial, entonces campo a extramuros de Córdoba.
Lo hicieron por primera vez el 25 de agosto de aquel mismo año con un Crucifijo, ya que todavía no contaban con el Señor, que llegó en abril de 1724, y que se llevó en procesión al Palacio Episcopal para que el obispo lo bendijera.
Era una cofradía distinta a las que salían en la Semana Santa de aquellos años, ya que en lugar de la penitencia pública, como hacían las fundadas desde mediados del siglo XVI, tenía como fin el rezo y meditación pública de la Pasión a través de saetas.
Era lo propio de aquellos años, en que el rezo de las estaciones se había hecho muy popular, recuerda Aranda Doncel, y en que también florecían las hermandades rosarianas , como la que del Socorro o la que dio culto a la Virgen de los Dolores.
Pronto la hermandad dejó sus Vía Crucis públicos en uno solo, que sería el Domingo de Pasión , con sus hermanos de luz y doce penitentes vestidos de morado que llevaban cruces al hombro.
Comenzó una larga historia en que se adaptó a los tiempos. Siempre en torno a la devoción a Nuestro Padre Jesús del Calvario, como se le conoció por ir al llamado Calvario del Marrubial , sobrevivió al siglo XIX y al decreto de Trevilla y cuando regresó la Semana Santa participó en el Santo Entierro y luego pasó por varias jornadas hasta quedarse como una cofradía más en el Miércoles Santo .
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