Al calor y el amparo de un barrio

La festividad del Rosario tiene un significado muy importante para la barriada de las Electromecánicas , ya que durante estos días se celebran diferentes actos cultuales y culturales en honor a la devoción del barrio. De esta forma, tras varios días de triduo y en una soleada mañana de octubre, la Virgen del Rosario , titular de la hermandad de la Conversión, recorrió en procesión las calles aledañas a su parroquia.

Tras la celebración de la eucaristía, el cortejo comenzó a salir desde la parroquia, en torno a las 11.00 horas, para visitar como cada año la parroquia de Santa Beatriz de Silva . Pocos minutos después y precedida por un cuerpo de acólitos, la Virgen del Rosario se ponía en las calles de su barrio, en un paso portado a costaleros a las órdenes de Enrique Garrido y a los sones de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de Gracia, que desde hace ya varios años acompaña tanto al Crucificado de la cofradía, en la jornada del Sábado de Pasión, como a la Virgen del Rosario, ya en el mes de octubre.

A lo largo del todo el recorrido se instalaron diferentes altares con los que los vecinos del barrio quisieron rendir pleitesía ante la jovial imagen de la Virgen del Rosario, que en su seno porta a una tierna imagen del niño Jesús. Sin embargo, uno de los momentos más emotivos de la procesión se vivió al paso de la imagen por la residencia de ancianos , que con miradas de melancolía y sendos vivas demostraron su amor a la Virgen.

Asimismo, el paso contaba con un variado y colorido exorno floral , con cuatro grandes centros en sus esquinas y las tradicionales hojas de palmera a las espaldas de la imagen. Por su parte, la Agrupación Musical del Santísimo Cristo de Gracia interpretó diferentes marchas de su repertorio como «Coronación» , «Creo en Jesús» o «Sones de un barrio» , entre otras. Sin duda, una procesión que se desarrolla en una de las zonas más alejadas del centro de la ciudad pero que año tras año cuenta con el calor y el amparo de un barrio.