PRIOSTÍA
El blindaje policial de la zona de la Catedral
Aunque no hay un dispositivo específico, los cuerpos de seguridad vuelcan gran parte de sus efectivos en el Casco Histórico

Córdoba cuenta este año con una segunda carrera oficial . Todas las hermandades llegan –por primera vez- de una u otra manera a la Catedral, un hecho que obliga a los diferentes cuerpos de seguridad a emplearse a fondo en una zona donde, aparte del tránsito de procesiones , se concentra el mayor foco turístico en una época en la que los hoteles superan el 70% de ocupación media. Ése es el motivo que hace que en esta Semana Santa dé la sensación de haber un mayor número de policías, tanto locales como nacionales. A ellos hay que sumarles los efectivos de vigilancia privada de la propia Catedral. Podría decirse, sin el más mínimo riesgo de equivocación, que el entorno del principal monumento de la ciudad se encuentra blindado de un extremo a otro.
En lo que a seguridad se refiere, desde la Subdelegación del Gobierno explican el «esfuerzo» que realiza esta administración para velar precisamente por la seguridad en las calles. Apuntan a este respecto que, aunque «no hay destinada una dotación específica para la Catedral», sí es verdad que es una de las zonas calientes y, por tanto, con mayor número de agentes en la ciudad. Cifran en 400 la cifra de agentes que el Cuerpo Nacional de Policía despliega a diario por Córdoba, con especial dedicación tanto al centro como al entorno de la Catedral, que son las zonas por las que pasan todas las cofradías.
A estos 400 agentes hay que sumarles otros 400 de la Policía Local y los 100 de la Guardia Civil de Tráfico . Todo este dispositivo se complementa con la seguridad privada de la Catedral y los voluntarios de Protección Civil, presentes en diferentes espacios del Casco Históricos, fundamentalmente aquéllos en los que se prevé una mayor concentración de personas.
El blindaje de la zona Catedral no sólo se debe al hecho de que este año todas las hermandades vayan a pasar por el Patio de los Naranjos y que una mayoría, incluso, hagan estación de penitencia en el interior del templo, sino por las propias características de este punto del Casco Histórico . La estrechez de sus calles y, por ende, la dificultad que entrañaría una posible evacuación ha obligado a los cuerpos de seguridad a emplearse con todas sus fuerzas en este punto de la ciudad.
El blindaje de la zona Catedral llevó incluso a decir al propio subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado , en la presentación del plan de seguridad para la Semana Santa 2016 que ninguna de las administraciones que participan en este trabajo «van con la idea de acotar calles ni acortar calles ni cortar el acceso, aunque todos ellos estarán preparados para conseguir que las aglomeraciones en ciertos momentos no comprometan la seguridad».
En el entorno de la Catedral, hay varias zonas especialmente marcadas en color rojo. Una de ellas es el Patio de los Naranjos, un espacio de libre acceso –salvo zonas reservadas- hasta completar el aforo. En los accesos, tanto la Policía Nacional como la Local cubrirán una especial vigilancia en calles como Cardenal González o Torrijos , así como Deanes , un viario muy estrecho por el que pasarán algunas procesiones.
El acceso de los vehículos a las calles por los que está previsto el paso de procesiones es otro de los aspectos que cobran fuerza en el citado plan. Aunque la circulación por el barrio de la Catedral es ya de por sí reducida en cualquier otra época del año, en estos días está habiendo mayores restricciones, cortes que hacen que ni siquiera el transporte público pueda pasar por determinadas zonas a las horas de paso –y momentos previos y postreros- de las estaciones de penitencia.
Con motivo de este año tan especial, con dos carreras oficiales –una de ellas por la zona que nos ocupa-, el Ayuntamiento ha estrenado una señalización vertical sobre fondo de color morado que alude específicamente al Plan Especial de Tráfico de Semana Santa. Cada una de ellas se ubicará en los lugares donde está prohibido el estacionamiento. El objetivo, permitir el paso de las cofradías y velar por la seguridad ciudadana en las calles por las que pasarán varios miles de personas en apenas unos minutos de tiempo.