Una aureola con mucha historia

El pasado 24 de mayo la imagen de María Auxiliadora recorrió las calles aledañas a la parroquia de San Lorenzo. Una procesión que como cada año estuvo marcada por su carácter alegre y festivo . Igualmente, y como viene siendo tradición en los últimos años, la imagen de la Virgen no procesionó sola, ya que lo hizo acompañada por las imágenes de Santo Domingo Savio y San Juan Bosco . Precisamente esta última, la del fundador de la congregación salesiana, cuenta con una aureola con mucha historia .

La imagen de San Juan Bosco, obra del imaginero Edwin González, fue bendecida durante la pasada novena en honor a María Auxiliadora. Sin embargo, aunque se trata de una obra de nueva ejecución, el simulacro del santo es una reproducción exacta de la anterior imagen . Además, la familia salesiana de Córdoba ha querido que la nueva imagen conserve la aureola primitiva , una pieza que cuenta con unas características muy especiales.

La misma, labrada en metal plateado a una cara y con forma circular, tiene insertadas en su parte frontal tres fotografías que arrojan mucha información de la época en la que pudo ser realizada la anterior imagen de San Juan Bosco. De esta forma, en primer lugar -en la parte superior- se puede observar una fotografía de la imagen de María Auxiliadora de Córdoba . La curiosidad está en que la representación de María Auxiliadora que aparece es anterior a la restauración que ejecutó Juan Martínez Cerrillo en el siglo XX, ya que la imagen aparece con un giro de cabeza distinto al que tiene en la actualidad.

En segundo lugar aparece la imagen del Papa Pío XI, cuyo pontificado se extendió entre los años 1922 y 1939 . Así las cosas, y a tenor de este hecho, la antigua imagen de San Juan Bosco -realizada en escayola- podría haberse realizado entre esos años. Finalmente, la tercera imagen que completa esta curiosa aureola es la del rector de la orden salesiana en las primeras décadas del siglo XX, el beato Felipe Rinaldi , que fue el tercer sucesor de Don Bosco entre 1922 y 1931 . Sin duda, una pieza que refleja parte de la historia de la congregación salesiana en Córdoba.