CRECIMIENTO

El auge de las Glorias

A las 13 hermandades agrupadas hay que sumar otras corporaciones e imágenes que procesionan a lo largo del año

Virgen del Carmen de San Cayetano ARCHIVO

R. C. M.

El pasado sábado, el periodista José Antonio Luque pregonaba a las hermandades de Gloria . Un discurso que, junto con el inicio de la Pascua, abre en la ciudad un nuevo tiempo litúrgico en el que las denominadas cofradías letíficas tienen un papel protagonista. No obstante, en muchos casos son corporaciones que cuentan con numerosos fieles y que completan un nada desdeñable calendario cofrade anual con múltiples salidas y actos. No por ello, no dejan de ser las grandes olvidadas en cuanto a subvenciones y reconocimiento en el ámbito cofrade.

El siglo XXI ha sido muy importante para el nuevo papel de las hermandades de Gloria. En él, se han consagrado devociones como la de la Virgen del Socorro , María Auxiliadora , Purísima Concepción de Linares o la Virgen del Carmen de San Cayetano , todas coronadas en estos últimos lustros. Además, en estos años, incluso un poco antes, se incorporaron procesiones como la del Niño Jesús de Praga, la Virgen del Amparo (Huerto), la Divina Pastora (Vera-Cruz) o la Virgen de los Ángeles en sus Misterios Gozosos.

Actualmente, existen 13 hermandades de Gloria agrupadas: Virgen de la Cabeza, San Álvaro, Fátima, Villaviciosa, Rocío, Rayo, Socorro, Carmen de San Cayetano, Virgen de Linares, Araceli, San Rafael, Tránsito y Nazaret. A éstas, hay que sumar las imágenes gloriosas cotitulares de hermandades penitenciales como la Estrella (Dulce Nombre de Jesús), Huerto (Amparo), Císter (Reina de los Ángeles) o la Vera-Cruz (Divina Pastora).

Asimismo, el calendario cofrade en tiempo de Gloria no queda aquí. A estas imágenes hay que sumar otras com o la Fuensanta en septiembre, la Virgen del Carmen de Puerta Nueva, que procesiona el 16 de julio, María Auxiliadora, en el mes de mayo, María Santísima de la Concepción en su Desamparo, de las Penas de Santiago, o la Divina Pastora de Capuchinos.

En cuanto al presente de las cofradías de Gloria hay luces y sombras . Mientras hay corporaciones que han logrado mantener una trayectoria notable, incluso crecer sustancialmente en algunos de los casos, otras atraviesan tiempos complicados. A los ya consabidos problemas económicos de la cofradía del Socorro o el Rayo –que lleva dos años sin poder salir en procesión por falta de presupuesto- hay que sumar los recientes problemas internos de la cofradía de Linares tras la dimisión en bloque de la directiva y el nombramiento de una junta gestora, ya extinguida tras la celebración de nuevas elecciones.

No obstante, la savia nueva ha llegado a las cofradías letíficas, que han completado un relevo generacional que abre una nueva etapa llena de esperanza para estas corporaciones.

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