El arranque lluvioso del Rocío

El cronista los encuentra de repente por la carretera que lleva a Guadalcázar y tiene que dar la vuelta en la entrada a una finca y después ponerse a seguir el largo desfile de carriolas. Poco a poco, las adelanta y gana posiciones. La hermandad de Nuestra Señora del Rocío ha madrugado para empezar su primer día de camino, tras haber salido el jueves de la ciudad.El cronista se adentro en el camino junto a los coches de caballos.

Hay que caminar a pie detrás de ellos, bajo la lluvia para ganar posiciones y llegar al principio de la marcha. Y sufre un percance: un caballo se asusta, porque no esperaba a nadie, y da un brinco por el que la brida se le suelta del carro donde iba atado. Llueve muchísimo. La carreta del simpecado , que estrena las columnas de orfebrería, va protegida con plásticos. Hay varios peregrinos que van a pie todo el camino, de ellos dos mujeres. Son varias las promesas que han hecho o las cosas que les han ocurrido para hacer la caminata a pie, y de ellas una de las historias más tristes es la de una mujer que realiza el camino a pie porque perdió recientemente a un familiar cercano.

Al mediodía llegan los peregrinos al parque periurbano donde harán un alto en el camino para almorzar. Se trata de « El Hecho », un paraje donde se reúne el pueblo de Guadalcázar habitualmente para celebrar su romería en honor a San Isidro Labrador. Al llegar allí se comprende perfectamente que la comitiva es una ciudad en miniatura. Rápidamente todo el mundo se pone manos a la obra: las carriolas llevan su cocina incorporada, otros han adaptado un trailer para albergar una pequeña cocina, enseguida se ponen las mesas y las sillas, mientras que otros se encargan de soltar a los animales y darles de beber agua limpia y de comer. La escena recuerda un poco a las caravanas que se veían en las películas del Oeste .

El hermano mayor, Bernabé Jiménez , entabla conversación con el cronista. Al saber que es de Palma del Río dice que «tiene que haber un camino por ahí por el que se llegue más rápido», pero que no sabe si coincidirá con vías verdes o con cortijos que les den permiso para pasar y acampar.

Por la mañana han rezado el angelus , rezan el rosario y celebran misa por la noche. Sin embargo, la lluvia vuelve y se suspenden los rezos. Es imposible con el chaparrón que cae ponerse a rezar junto al simpecado.En su carriola, los hermanos de la filial cordobesa invitan a dulces, tarta de Santiago, palmeras de huevo y palmeras de hojaldre del Horno de la Cruz, que todavía dure el sabor de Córdoba . Llueve y el camino es más difícil, pero el destino de ver a la Virgen del Rocío está un poco más cerca.