PROCESIÓN
El Amor y su altar barroco para el Corpus
La talla de San José preside el conjunto bajo un doselete con la imagen del pelícano, símbolo del amor
La hermandad de Amor , como es ya tradición, fue una de las cofradías que levantaron un altar en el recorrido de la procesión eucarística con motivo de la procesión del Corpus Christi que se celebró en la tarde-noche del pasado domingo. La cofradía tomó como referencia los antiguos altares barrocos que se describen en obras importantes, como la escrita por el presbítero Bartolomé Pérez en 1636.
El equipo de priostía diseñó un retablo efímero para entronizar la bendita imagen de San José que se venera en la parroquia. La elección de la imagen tampoco fue casual, pues viene impuesta por la vinculación histórica que tiene con la hermandad. Se trata del mismo San José que se veneró en la antigua ermita de la Magdalena junto al Cristo del Amor y titular de la antigua cofradía del Santo Crucifijo y Señor San José.
La imagen del Patriarca se trasladó en 1954 hasta el barrio del Campo de la Verdad junto con el Cristo ofreciendo el motivo perfecto para venerarla en el altar eucarístico. Solicitado el cambio de ubicación, «se levantó el altar en la calle Torrijos, sobre el andén de la Catedral, ganando vistosidad y amplitud para desarrollar una arquitectura de cuidados volúmenes», según expresa la corporación al describir el conjunto.
Bellamente exornado de cera y flor , la imagen de San José presidió el espacio bajo un hermoso doselete en cuya bordada caída quedaba representada la imagen de un pelícano, símbolo del Amor. La representación de la parroquia quedó establecida con la cruz parroquial y los ciriales junto al altar. A los pies del conjunto se colocó una mesa de altar con una representación de los símbolos eucarísticos del pan y el vino junto a la Sagrada Biblia y a una estola sacerdotal. También tuvo presente a Cáritas , presente a través de una bandeja donde «generosamente» recibieron donativos de los fieles y que irán destinados a Obra Social.