ANIVERSARIO
300 años del encargo de la Virgen de los Dolores de Córdoba
La imagen fue encargada al escultor Juan Prieto en 1717, aunque posteriormente tuvo que realizar un nuevo rostro
![Nuestra Señora de los Dolores](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2017/11/01/s/aniversario-encargo-dolores-kdWG--1240x698@abc-k04--1240x698@abc.jpg)
Las hermandades y cofradías cordobesas están celebrando durante este tiempo diversos actos con motivo de sus aniversarios fundacionales o el de sus imágenes titulares . Sin embargo, para muchos cofrades de la ciudad ha pasado desapercibido un aniversario muy especial que tendrá lugar este año. Se trata del 300 aniversario del encargo de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores , que fue encargada al escultor Juan Prieto el 1 de noviembre de 1717.
Así lo recoge el libro «Córdoba y la devoción a la Virgen de los Dolores. Tres siglos de historia» , escrito por el historiador Juan Aranda Doncel. En aquel entonces, a comienzos del siglo XVIII, en la iglesia de San Jacinto convivían dos hermandades : la de la Venerable Orden Tercera Servita y una cofradía rosariana, que es la que encarga la nueva imagen.
Encargada el 1 de noviembre de 1717
Así las cosas, el libro muestra un fragmento del acuerdo tomado en el citado cabildo del día 1 de noviembre de 1717. «[…] y por quanto la que tiene dicho hospital no es su seblante propiamente Doloroso, se acordó se haga nueva Ymagen de estatura natural, lo más devota y desente que ser pueda […]». De hecho, tal y como señala Aranda Doncel, este acuerdo evidencia dos razones: la primera que la cofradía deseaba tener una imagen propia y la segunda que la talla que había por aquel entonces en el templo no tenía un semblante doloroso.
Una vez entregada la imagen, e n los primeros días del mes de abril de 1718 , la Dolorosa procesionó en la Semana Santa de aquel año. Sin embargo, como no era del gusto de los cofrades de dicha hermandad, se encargó a Juan Prieto la realización de un nuevo rostro a la Dolorosa . Una nueva imagen que es la que se venera en la actualidad y que con el pasó de los siglos se convirtió, sin duda, en una de las grandes devociones de la ciudad.