Infraestructuras
Ronda del Marrubial de Córdoba: una obra con dinero pero con falta de terreno
Reportaje
La Junta asegura que la financiación para la segunda fase de la reforma está garantizada y está actualizando el precio; el Ayuntamiento inicia la expropiación de viviendas a falta de suelo de Defensa
La Junta invertirá más de 12 millones de euros en nuevos carriles bici
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La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Córdoba han acompasado sus tiempos para intentar desbloquear por enésima vez la culminación de la reforma de la Ronda del Marrubial, planteada por primera vez hace 15 años. Hasta la fecha sólo se ha podido hacer la parte más sencilla, la acera occidental que bordea la antigua muralla almorávide de los siglos XI y XII, en la que casi todo se reducía a disponer del dinero. En el lado oriental, el que linda con Sagunto y los antiguos edificios militares, había varios escollos administrativos que aún no están del todo solventados.
Es la Consejería de Fomento la que debe ejecutar las obras de reforma. Su parte consiste en elaborar el proyecto, que ya lo tiene (data del año 2018, cuando se ejecutaron las obras de la primera fase); disponer del dinero, que está asegurado gracias a los fondos europeos; y contratar la obra. Así lo atestigua a ABC Córdoba la delegada territorial de Fomento, Cristina Casanueva: «La financiación del proyecto está garantizada una vez terminemos con la parte de actualización del proyecto. Siempre teniendo todos los terrenos a disposición».
El proyecto de intervención se ha quedado desfasado en cuanto a los precios. Se estima que las obras iban a costar en torno a 2,5 millones de euros, mucho más que la primera fase (850.000 euros). Esa era la previsión realizada en 2018, que pudo ser válida hasta mediados del año pasado. Pero ahora, en plena crisis de inflación y aumento de precios en los materiales de construcción, lo que había puesto por escrito ya no vale. En la Consejería de Fomento saben que con esas condiciones económicas, ninguna empresa habría presentado ofertas. El concurso estaba abocado a quedar desierto.
Fomento ha encargado por tanto una revisión económica del proyecto para saber cuánto costaría en los términos y condiciones actuales. Lo hizo el pasado mes de septiembre junto con otras cuatro obras de envergadura, siendo el de la Ronda del Marrubial el único que se adjudicó de manera directa. En cinco meses que ya han empezado a contar debería estar lista esa modificación, por lo que para la primavera de 2023 la Junta dispondría del documento. Después sólo quedaría licitar y adjudicar la obra, siempre que la Administración autonómica disponga de los terrenos donde tiene que actuar, como advierte Casanueva. Y ésa es la parte del Ayuntamiento.
La parte del Ayuntamiento
No está siendo fácil para el Consistorio hacerse con el suelo, debido a las reticencias de los propietarios públicos y privados. Estos últimos eran los dueños de tres casas que forman un tacón retranqueado entre los supermercados Deza y Mercadona de la Ronda del Marrubial. El Ayuntamiento ha tenido que recurrir a una expropiación, operación jurídica que ralentiza los trámites y en la que se lleva trabajando desde la etapa del anterior equipo de gobierno de PSOE e IU.
La Gerencia de Urbanismo ha concluido todo el papeleo esta misma semana. Según el presidente de la entidad, Salvador Fuentes, «ahora queda formalizar trámites para pagar y cerrar acuerdos. En 2023 tendremos liberado el trazado de la futura Fase 2 del Marrubial». No es la primera vez que Fuentes promete lo mismo: lo hizo hace dos años, asegurando que en 2021 estarían los terrenos a punto. Lo repitió al año siguiente, poniendo como plazo este 2022; y ahora se compromete a tenerlos en 2023.
La parte de los propietarios privados está solventada, como lo demuestran los últimos acuerdos del Consejo Rector de la Gerencia. Eran tres viviendas, de las que una y media ya estaban en manos del Ayuntamiento. El resto de las parcelas han tenido que esperar a la expropiación forzosa al no haber acuerdo, y eso es lo que se ha liquidado esta semana.
Otra cosa son los suelos públicos, que tienen un único propietario. El Ministerio de Defensa posee los dos pabellones militares ubicados en la cabecera de la Ronda del Marrubial, en la prolongación de la Avenida de Barcelona y junto a la Biblioteca Central y el centro de salud Levante Sur. Aunque hay buena sintonía del Ayuntamiento con el ministerio de Margarita Robles -la Base Logística y los últimos acuerdos por otros espacios militares en desuso son un ejemplo de ello-, todavía quedan flecos por cerrar y estos edificios quedaron fuera del último acuerdo para la adquisición de la cercana farmacia militar de Lepanto.
Fuentes siempre ha defendido que no es necesario hacerse con los dos bloques militares al completo. Para facilitar las cosas, bastaría con desafectar el cerramiento exterior, suficiente para construir en ese tramo los carriles de ampliación. En enero de este año, el presidente de la Gerencia de Urbanismo aseguró que Defensa ya había cedido los 200 metros necesarios para la segunda fase de la reforma. Unos meses antes (en octubre de 2021), el Ministerio veía las cosas de otra manera. En una respuesta por escrito, el Gobierno de Pedro Sánchez se remitía únicamente al sistema de expropiación que debía ejecutar el Ayuntamiento de la ciudad y que aún no se había producido.
Ese pequeño tacón en los jardines frente a la Biblioteca Central es el único escollo que debe salvar el Ayuntamiento. Pero por pequeño que sea el terreno afectado, puede dar al traste con las previsiones de un proyecto mucho más amplio. Está por ver si la Junta de Andalucía acepta una cesión parcial de los terrenos, o si obliga a ejecutar una expropiación completa de los pabellones militares. En teoría, al ser las dos administraciones del mismo signo político, la negociación debería ser fluida. Otra cosa es lo que luego digan los técnicos.
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En cualquier caso, la reforma del Marrubial acumula grandes retrasos desde la misma concepción del proyecto, precisamente por no haber tenido en cuenta la propiedad de los terrenos. Las obras de la primera fase se anunciaron por primera vez en 2017, cuando tanto en el Ayuntamiento como en la Junta de Andalucía gobernaba el PSOE. También había sintonía, pero nadie en ese momento advirtió del problema de los suelos. Se dieron fechas y plazos a sabiendas de las dificultades que esas condiciones podían plantear por el camino, como así fue.
Para ser precisos, la Junta socialista prometió que las obras de la primera fase estarían listas a principios de 2018, y sin solución de continuidad comenzaría la segunda fase, para tenerla lista en 2019. No se cumplió ningún compromiso. La reforma de la primera fase entró en servicio en febrero de 2019, aún con el PSOE en ambas administraciones, y sólo entonces comenzaron a conocerse los detalles de los problemas con el suelo.
Una nueva vía
Si nada cambia -salvo los precios- en el proyecto original de la segunda fase, redactado en 2018, la Ronda del Marrubial quedará como una gran y amplia avenida de cuatro carriles que permitirá canalizar los tráficos entre todo lo que hay al norte del Vial y los barrios en el Sureste como Avenida Barcelona-Viñuela, Cañero, Fuensanta o Santuario, así como el recinto ferial del Arenal y el Arcángel. Es una pieza clave para cerrar el primer anillo viario extramuros que rodea el inmenso casco histórico de Córdoba.
Habrá también aceras más anchas -como las que ya existen en el lado de la muralla-, más arbolado y también más plazas de aparcamiento, que ahora mismo se localizan sobre espacios de terrizo sin adecentar. El carril bici no es necesario puesto que ya se hizo en la primera fase, pero sí se realizarán las conexiones que sean necesarias con otros recorridos.