LIBRE DIRECTO
Y ganó el sentido común
La victoria del PP es incontestable, que se suma a otras impactantes en la provincia
La Junta Electoral ratifica la victoria del PP en la Diputación de Córdoba con mayoría simple y 13 diputados

El primer reto que debía superar José María Bellido y el Partido Popular en el mandato municipal de Córdoba que se inició el pasado 28 de mayo, lo ha conseguido con creces. Ser el primer alcalde del PP en la historia en repetir mandato en nuestra ciudad. Sinceramente creo que es una buena noticia, por poder continuar proyectos beneficiosos para la mayor parte de la sociedad cordobesa y para la creación de riqueza, y por avalar un modelo político que prima más la gestión que la ideología, al contrario del modelo de la izquierda, de menos gestión y más ideología, a menudo excluyente y partidista. Así han pensado casi 70.000 cordobeses, doblando ampliamente en votos al segundo. Conclusión, mayoría absoluta.
Una victoria incontestable que se suma a otras impactantes en la provincia, como la tercera mayoría absoluta consecutiva de Fernando Priego en Cabra, o las conseguidas en Lucena, Pozoblanco, Rute, Priego o Palma del Río, que tendrá en Matilde Esteo a la primera alcaldesa del PP tras 44 años ininterrumpidos de gobierno de la izquierda. Las razones del triunfo habrán sido similares a las de la victoria de la capital, incluyendo la que apuntaba esta semana nuestro director, Francisco Poyato: «Las decenas de candidatos anónimos en cada uno de esos pueblos a los que ya no se les ve como 'señoritos', 'fachas' o 'caciques' con olor a naftalina. Sino todo lo contrario, gente corriente capaz de empatizar con sus vecinos, resolver problemas y ser una alternativa clara a lo de siempre».
Y la clave nacional ha existido, vaya que sí. Como en las anteriores dos oleadas nacionales en elecciones locales con grandes triunfos del PP: en 1995, que en Córdoba dio la alcaldía a Merino, y en 2011, que hizo primer edil a Nieto. Pero si en ambas la debacle económica de los Gobiernos de Felipe González y Zapatero, respectivamente, fue la clave nacional, ahora no existe una desastrosa gestión económica. La clave ha venido por el hartazgo ciudadano de los pactos de Sánchez con partidos antisistema o que van contra la Constitución, generando en consecuencia una legislación sectaria. Al final el sentido común también cuenta.