Toros

Fuentes Bocanegra: «He toreado novilladas que eran como corridas de toros de otras épocas»

DEBÚ COMO NOVILLERO EN CÓRDOBA

Prepara su estreno en la plaza de Montoro tras un año en el que ha levantado expectación; sobre todo, tras su triunfo en Málaga

En busca de la gloria de un califa en Córdoba

Fuentes Bocanegra posa para ABC en el burladero del Coso de Los Califas de Córdoba Álvaro Carmona

Víctor Molino

Córdoba

Tiene diecinueve años y no obvia la dificultad que asume al querer buscarse un hueco en el toreo. Por eso reconoce que «no es el mejor de los tiempos para querer ser matador de toros», en alusión al periplo que debe desarrollar un chico de su edad, obligado a vivir un estilo de vida antagónico al de resto de chavalería de su 'quinta'.

En la conversación demuestra madurez en las respuestas; íntimo y con fondo en el discurso. Es dicharachero y no escatima en tratar con normalidad asuntos propios de su edad que comprometen a coetáneos de su generación. Quiere ser torero a toda costa y, desde hace tres años, David Gavilán Fuentes 'Fuentes Bocanegra', como se le apoda, vive solo para ello. Por eso se fue de Córdoba hasta la vecina provincia de Jaén. Ayer presentó en Orive el cartel con el que debutará como novillero en la provincia, en concreto, en el coso de Montoro.

-¿Se trata de una migración forzosa?

-Más o menos. Estaba en la Escuela Taurina de Córdoba, pero mi intención era torear más. En Jaén me ofrecieron esa posibilidad y por eso me fui allí. Ahora vivo un tiempo en la vecina provincia porque se me permite tener esa opción. Esto es como el que se va a estudiar fuera... Pero soy y me siento cordobés por los cuatro costados.

-Dejó incluso los estudios por ello...

-Acabé el Bachillerato y me centré solo en el toreo, que es lo que quiero. Pensé que era mejor dedicarse a una cosa que no a dos y hacerlas mal. Mi madre me dice que si voy a estar en esto, no puedo mentir, que no engañe a nadie. El día que esto no lo sienta, me iré a mi casa.

-Desde pequeño ha estado unido al toro; su abuelo, como mozo de espadas, un familiar antecesor matador de toros..., ¿surge de ahí su propósito de querer ser torero?

-He vivido el toreo desde que nací. Me gustaba desde pequeño, con mis padres, que me llevaban. Mis referentes eran Manzanares, Morante de la Puebla, José Luis Moreno, al que he visto mucho por mi abuelo vinculado profesionalmente a su carrera... José Luis es como si fuese mi tío. Durante el confinamiento tuve tiempo para pensar en todo y me quise hacer torero.

-¿Cómo recuerda alguien de su edad ese tiempo, teniendo en cuenta sus propósitos?

-Siempre he estado muy centrado; en el Covid fue cuando pegué ese cambio de ser un adolescente para pasar a ser más un 'tío'. Más maduro. Tuve mucho tiempo para madurar mi decisión. Y aquí estoy.

Formación

«Estaba en la Escuela de Córdoba, pero quería torear más, y en Jaén me lo ofrecieron y por eso me fui allí»

-Le gusta el deporte. Cuenta que, a veces, cuando madruga y lo practica, para prepararse, cuando llega a casa, ve a gente regresando de fiesta.

-(Ríe). Sí... A ver, es complicado. La gente de mi edad somos una generación de redes sociales. Vuelvo de correr por la mañana temprano y hay gente que está acostándose. Pero eso ha pasado siempre, lo que pasa es que ahora ves lo que hace esa gente mientras tú te sacrificas.

-¿Se puede complementar todo?

-[Silencio] No del toro. Para ser el número uno necesitas esfuerzo; para ser alguien importante necesitas mucho esfuerzo. No estoy aquí para engañar a nadie.

-¿Le gusta la rivalidad? Se lo pregunto por el auge que también está teniendo un novillero como Manuel Román.

-Eso siempre es un aliciente. La afición de Córdoba ha estado dormida durante un tiempo. Ahora, gracias a los nuevos valores que estamos saliendo se ve más inquietud. Para nosotros también es una responsabilidad.

-Más allá del físico y del campo, ¿se prepara mentalmente?

-Mucho. A mí me gusta leer libros de motivación, autoayuda; también escucho 'podcast'. Lo hago para no olvidar y entender lo que significa la vida y el valor de las cosas.

Fuentes Bocanegra con el capote en el albero de la plaza de toros e Córdoba Álvaro Carmona

-¿Cree que la gente es consciente de la dificultad que entraña ser torero?

-No lo sé. A los sacrificios hay que sumarle un hecho, el de que te juegas la vida. La gente no valora que lo que tiene un toro son dos cuchillos. Pienso, además, que ahora es más complicado, porque quieren ver al novillero sin caballos, andando como novillero; al novillero, andando como matador y al matador, si lo ven así, porque ya se ha visto... Es todo un poco más complicado. Yo mismo he toreado con compañeros novilladas que eran corridas de toros de otras épocas.

-Los que le conocen destacan su pureza.

-Siempre intento torear como me dicta el corazón, de sentimiento; lo que intento es hacerlo muy despacio y lo más puro posible. No me gusta encasillarme, porque no creo que a los toreros haya que encasillarlos. Lo que busco de verdad es torear despacio.

Maneras

«Siempre intento torear como me dicta el corazón, de sentimiento; intento hacerlo muy despacio y puro»

-¿Tiene relación con toreros de Córdoba?

-Sí. Con José Luis Moreno, de toda la vida, él me dice que toreo como yo lo sienta. Finito, que siempre me aconseja... Le tengo mucho aprecio a todos. Me han regalado también material. Se portan muy bien con todos los que empezamos ahora mismo y eso es de agradecer.

-Del año pasado, quince novilladas y más de una veintena de orejas. Aunque el mejor recuerdo, su éxito en Málaga.

-Esas dos orejas... Creo que me sirvieron de mucho. Con eso se ha ido generando un poso que ahora me permite presentarme en la provincia de Córdoba, en Montoro, en esta temporada que arranca ahora. Me siento preparado y no voy a defraudar a nadie.

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