ANÁLISIS
¿Y ahora qué le espera al Córdoba CF? Un panorama de miedo
El conjunto blanquiverde tiene por delante cuatro meses temibles en lo económico e institucional
El Córdoba CF dijo hola el domingo a un presente y a un futuro temible . La situación deportiva es triste por el descenso virtual. La económica empieza dar miedo. Los retrasos en el pago de las dos nóminas a los empleados del club solo son la punta del iceberg. Todo confluye para que las consecuencias institucionales , a corto plazo, puedan ser dañinas. En lo social , el cordobesismo está más unido que nunca, aunque también más hastiado que nunca. El desgaste de etapas anteriores le pasa factura. Después de «Lugazo», en el cordobesismo solo hay una cuestión: ¿Y ahora qué pasará? ¿Qué le espera en el futuro más inmediato?
Quedan cuatro meses para que empiece la próxima temporada y todo lo que pueda suceder en el Córdoba CF hasta ese punto tiene muy mala pinta. Todo parece una tortura. Al equipo le quedan dos meses de competición cuando todo el mundo es consciente de que no se juega nada y que está virtualmente descendido a Segunda B. En el campo económico , León tiene, en primer lugar, que encontrar la fórmula para pagar las nóminas pendientes. Hay muchos más asuntos. En lo institucional , se viene encima una tormenta de demandas, querellas, juzgados y tribunales. De fondo, la lucha por hacerse con el control del club acaba de empezar.
En lo deportivo hay poco que comentar. El equipo está ahora mismo a 11 puntos de la permanencia cuando solo quedan 24 en juego (ocho jornadas y siete partidos para los blanquiverdes). Realmente, es uno más, ya que el Córdoba tiene el «goal average» perdido con el Lugo, que marca la frontera de la salvación. En esta situación, el equipo estaría obligado a levantar una diferencia de la mitad de los puntos en liza. Nadie lo ha hecho en la historia. Los cordobesistas, con 64 goles en contra en 34 jornadas, no parecen que vayan a ser los primeros.
Lo económico
En lo económico , el Córdoba CF también tiene una situación muy delicada. Para empezar, es conocida la incapacidad para abonar los salarios a los jugadores de la primera plantilla, pero también al resto de los empleados de otras áreas de la entidad cordobesista. Incluso, a determinados proveedores. En concreto, el conjunto blanquiverde tiene pendientes las nóminas de febrero y marzo . Si no lo resuelve, la posición del club se complicará aún más.
El Córdoba CF t rabaja de forma incesante para intentar solventar la situación de falta de liquidez que le ha llevado a retrasar por segunda vez esos pagos este curso. Ya le ocurrió en noviembre y diciembre. No pudo hacer frente a los salarios hasta el final de enero. La última vez que cobraron los empleados fue el salario del primer mes del año al inicio de febrero.
Ahora, la vía principal para encontrar ingresos del presidente y máximo accionista del Córdoba, Jesús León, sigue siendo el descuento de los pagarés por el traspaso de Sergi Guardiola y Álvaro Aguado al Valladolid, unos documentos mercantiles que tienen fecha inicial de pago para el 30 de julio. Algunas fuentes internas aseguraron ayer a este medio que el montoreño estaba «cerca» de conseguir «el descuento» de los mismos.
León mantuvo una reunión con una parte (no todos) de los trabajadores del Córdoba el viernes para transmitirle calma respecto al abono de sus nóminas y que esta semana podría quedar todo solucionado.
Lucha de poder y tribunales
Otro campo de tensión diaria se vivirá con el famoso último pago que Aglomerados Córdoba (Jesús León) tiene pendiente de realizar a Azaveco (Carlos González) para formalizar por completo la compraventa del 98% de las acciones del club. Después de haber desembolsado 5 millones de euros a plazos, León tendrá que pagar 4,5 millones de euros el 31 de julio. El presidente blanquiverde ya tuvo problemas para hacer frente el pasado 1 de julio a un pago de apenas 2,5 millones. Hizo otro de medio millón el 2 de enero.
La lucha por el poder en la cúpula del Córdoba CF va a ser encarnizada. Aglomerados Córdoba tiene una posición de prioridad aparente. Le bastaría con abonar las cantidades que le quedan pendientes a un lado y otro del tablero, donde también juegan Carlos González y Luis Oliver . Solo hay un inconveniente: hacerlo. Si el club tiene problemas para abonar una mensualidad a sus empleados, que puede estar sobre los 250.000 euros, ¿cómo su máximo rector pueden encontrar fórmulas para abonar pagos millonarios a los demás actores?
González tiene en su mano entrar en acción si se produce el impago del último plazo el 31 de julio. Eso sí, no podría reclamar, por ese motivo, la recuperación de las acciones y el control del club hasta el 1 de agosto. Además, todo apuntaría a que tendría que hacerlo por la vía judicial.
Mientras, Oliver , prestamista a través de una de sus empresas de Aglomerados Córdoba en la fase inicial de la adquisición a González en enero pasado, también dejó claro en una entrevista exclusiva que publicó este periódico que jamás le cierra las puertas al club y que estaría encantado de regresar en el futuro. Tampoco sería su vuelta pacífica en caso de producirse. Los tribunales también tendrían que entrar en acción.
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