ANÁLISIS
Las principales luces y sombras de la recién finalizada era Carlos González en la presidencia del Córdoba CF
El ascenso a Primera y los traspasos contrastan con sus relaciones y plantillas rácanas

La etapa de Carlos González como presidente del Córdoba CF tocó ayer a su fin. Llegó el 3 de junio de 2011 y dejó el sillón presidencial el 22 de diciembre de 2016. En estos cinco años y medio, el canario ha dado muchas de cal y arena. Ahora analizamos lo mejor y lo peor de la era González , un proyecto con luces y sombras.
Entre lo más destacado de su gestión, Carlos González tendrá siempre el honor de formar parte de la historia del Córdoba. Pasará a ella como el presidente que consiguió que el conjunto blanquiverde el ascenso a Primera División después de 42 años de ostracismo. El equipo logró el ascenso en Las Palmas en junio de 2014. Fue un paso efímero por la elite, pero devolvió a la entidad, por una temporada, a pelear con los grandes del fútbol español.
Otra de las grandes aportaciones de González durante su mandato ha sido transformar al club en un equipo vendedor . Lo prometió a su llegada y es de las cosas que merece el reconocimiento como una acción cumplida. Carlos consiguió traspasar a Javi Hervás, Borja García, José Manuel Fernández, Patiño, Florin Andone y Fidel, entre otros, con grandes ingresos para la SAD.
Sin duda, eso le permitió mejorar la situación económica del Córdoba. Llegó cuando tenía una deuda de ocho millones. Ahora esa partida se ha reducido, en buena parte porque ha podido hacer frente a los pagos de cuatro plazos del concurso de acreedores.
Pero, las sombras también han sido intensas y profundas durante la trayectoria de Carlos González como presidente cordobesista. Una de las cosas que más le ha criticado la afición ha sido su falta de reinversión de los ingresos por traspasos para fichar a otros futbolistas del máximo nivel para seguir luchando por estar en Primera. En la afición está instalada la creencia de que González ha sido especialmente rácano a la hora de configurar sus plantillas.
Pero, una de las grandes promesas incumplidas por el canario será la Ciudad Deportiva . Aunque anunció varias veces la creación de una instalación propia para el club (en la A-4 e incluso en el Parque del Canal), lo cierto es que deja el sillón de la presidencia sin dejar la herencia de unos campos propios para el primer equipo y las categorías inferiores. De hecho, paralizó las reformas de la Rafael Gómez después de comprobar la dudosa titularidad de esos terrenos.
El debe principal serán sus relaciones . González siempre pensó que los demás iban en sentido contrario sin quizás meditar si acaso no era él quien iba en contra del resto. El presidente tuvo enfrentamientos durísimos con el Ayuntamiento (de toda clase política), Cajasur, los grandes medios de comunicación locales, los accionistas y cualquier tejido social.