CRISIS
Merino, a expensas de Carlos González
El técnico linense no convence ni en números ni con la imagen del equipo
Dijo Juan Merino a la conclusión del partido ante el Huesca que se sentía «más fuerte que nunca». Sin embargo, el linense ha agotado su credibilidad en el seno de la entidad blanquiverde . Por números, ya es de los peores de la historia del club si se computan siete partidos, puesto que presenta un balance de 3 puntos sobre 21 posibles. Y, en lo que respecta a la imagen del equipo, deja peores sensaciones que el Córdoba que dirigía Luis Miguel Carrión su antecesor en el cargo.
Ante esta coyuntura, hasta resulta lógico pensar que en la sociedad anónima blanquiverde están sopesando la posibilidad de realizar un tercer golpe de timón cuando sólo se llevan disputados 17 encuentros de Liga en Segunda. De hecho, está previsto que Carlos González , como propietario de la sociedad y poseedor de la última palabra de todo lo que pasa en el club, eleve hoy una serie de consultas en relación a qué va a pasar con el futuro del linense .
Por lo pronto, y en lo que respecta al plan de trabajo de la semana, Merino ayer dejó indicado que la primera plantilla descansará hoy y que a partir de mañana iniciará los preparativos para afrontar la visita del Rayo Vallecano, que tendrá lugar el próximo domingo a las 12:00 horas.
Incluso, en lo que hace mención a su «normalidad», el entrenador del Córdoba dirigió ayer una sesión de entrenamiento en la que llamó la atención el hecho de que llegara a la ciudad deportiva Rafael Gómez antes que los jugadores , quienes también se presentaron de manera dispersada y en la mayoría de los casos sin hacer uso del autocar que suele trasladarlos. Merino dio una charla de menor duración respecto a otras ocasiones y, posteriormente, separó el trabajo entre titulares y suplentes. Mientras, Josema, Fernández y Jaime se trasladaron nuevamente al gimnasio.
Por lo tanto, podría quedar en interrogante quién va a ser el entrenador que dirija la sesión de martes, prevista, inicialmente, a las 10:30 de la mañana. Porque todos los argumentos de Merino se han ido difuminando con el paso de las semanas. Por lo pronto, ya no tiene el carácter de revulsivo con el que llegó de acuerdo a las mejoras mostradas por equipos en los que llegó a la competición en curso como el Betis o el Nástic de Tarragona.
Pero a eso se debe sumar otro apartado. Merino no ha conseguido encontrar un patrón de juego más allá de su idea de buscar la «solidez», a la que volvía a invocar en la previa del partido contra el Huesca del pasado jueves. Pese a su perfil defensivo, no ha sido capaz de dejar la portería a cero en ningún partido. Además, ha dado demasiados saltos en cuanto a las alineaciones y la dirección de partido no ha sido la correcta. Especialmente dolorosos son los ejemplos ante el Sevilla Atlético y la Cultural Leonesa. Y es que el Córdoba, en ambos casos, no fue capaz de abrochar dos encuentros en los que estaba con ventaja en el marcador y jugaba en superioridad numérica.
Por si no fuera bastante, el Córdoba ve cómo se agotan los partidos de la primera vuelta y clasificatoriamente sigue anclado en la última posición . Ante todos esos factores, es lógico que desde algunos sectores del club se entienda que es necesario buscar un relevo que dé un giro a la situación. Incluso, queda reforzado al ver que su mensaje no termina de calar en un grupo de jugadores que da la sensación de no sentirse cómodo.
Sin embargo, esta determinación no es tan fácil de tomar . Y es que González, al contrario de lo que acostumbra, decidió «hipotecarse» con el contrato de Merino al firmar dos temporadas de contrato . Por lo tanto, en el caso de despedirlo acumularía un gasto mayor que no es del gusto de la propiedad del Córdoba. Además, desde el entorno del entrenador linense, afirmaron a ABC que no ha habido ningún tipo de advertencia sobre su futuro.