PROTAGONISTA
Markovic recupera la sonrisa para el Córdoba
El serbio ve recompensado su sufrimiento tras la lesión de rodilla con un gol vital ante el Zaragoza
Sasa Markovic es un tipo peculiar en el vestuario del Córdoba. Sano, alegre y, sobre todo, tiene ese gen en el terreno de juego que distingue a los balcánicos del resto. Por ello, no es de extrañar que el serbio sea uno de esos jugadores que tienen lo que se podría denominar como el beneplácito de la afición.
Por ello, la alegría del gol en el minuto 94 contra el Zaragoza se multiplicó cuando Markovic se eirgió en el protagonista, en el héroe, en el firmante del desenlace feliz. Y es que veía la recompensa al clavario que suelen pasar los jugadores que pasan por una grave lesión.
Porque ése es su caso. Sasa Markovic, en la víspera del Córdoba-Girona del play off, se lesionaba del ligamento cruzado de su rodilla izquierda , necesitando de una rápida intervención. Sin embargo, él no perdió la sonrisa ni cuando tuvo que meterse en el quirófano. A partir de entonces, empezó a restarle días al calendario y a ganarle segundos al reloj. Todo por reaparecer, todo por estar sobre el campo, que es el sitio donde se siente mejor.
Así que trató de avanzar los plazos al máximo hasta que a primeros de noviembre ya se dejaba ver por los entrenamientos junto al resto de sus compañeros. Incluso, recibió el alta a mediados de diciembre, aunque los plazos de la reaparición no eran tan inmediatos . De ahí que tuviera que seguir esperando.
Incluso, se hablaba que en el mercado de invierno podría verse como un refuerzo extra para la primera plantilla . Sin embargo, su retorno no fue tan fácil. De un lado, los movimientos de mercado hicieron que dos nuevos compañeros de vestuario como Javi Lara y Aguza se convirtieran en nueva competencia. De otro, la situación del equipo no ayudaba a que se le pudieran dar minutos para ir recuperando las sensaciones de la competición. Es decir, quitarse los miedos físicos desde la verdad.
Y Sasa tuvo que ser muy paciente a la hora de esperar su momento. No en vano, su primer partido disputado fue en el mes de enero. El día 11 , el Córdoba afrontaba la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Alcorcón y Carrión le dio la alternativa en este curso. No fueron más de 10 minutos y en una noche triste, puesto que su entrada fue con el 1-2 y el Córdoba se dejó llevar en los últimos minutos.
Por ello, tuvo que esperar nuevamente su momento. Y éste llegó en la vigésimo cuarta jornada de Liga. El Córdoba marchaba hasta Lugo y con un grave problema: no tenía delanteros tras las sanciones de Piovaccari y Rodri, quienes cumplieron ciclo de amarillas el domingo anterior contra el UCAM. El serbio formó en la mediapunta y tuvo la ocasión más clara del Córdoba en la primera mitad con un tiro a la media vuelta. Al descanso, y con el 1-0 en contra, Carrión lo dejó en el vestuario para poner a Moha.
Una semana después, nuevamente entró en el terreno de juego. Fue, como en el día de la Copa, para disputar los ocho últimos minutos ante el Huesca en un partido que ya estaba decantado para los azulgrana por 0-2. Pese a los contratiempos y que no terminaba de entrar en el equipo, Sasa no perdía la sonrisa.
Y prueba de ello es lo que ocurrió el sábado por la noche, entró en el campo para afrontar los últimos minutos y tuvo la fe de ir a por el balón que puso Aguza en el último suspiro de la contienda. Incluso, se podría decir que tuvo temple para definir ante Saja a la hora de hacer el 2-1 .