Uno por uno
El uno por uno de los jugadores del Córdoba CF ante el Sevilla FC
Los blanquiverdes se batieron el cobre ante un equipo Champions hasta el final de la prórroga
Felipe Ramos (9). Lo sacó todo. O casi todo. Fue una de sus mejores noches como portero del Córdoba CF. Hizo varios milagros.
José Ruiz (7). El balón le pesó en salida de balón, pero en labores defensivas estuvo impecable. Actuó de forma inteligente.
José Cruz (8) . Un Samurai. Se dejó todo en el campo y cada vez que lo tumbaron siempre terminó levantándose. Ninguna fisura en defensa. Una pérdida peligrosa al final ante Mir.
José Alonso (8). Un muro. Se doctoró en las acciones cuerpo a cuerpo. Quizá le faltó algo de soltura con el balón en los pies.
Ekaitz (8). Que es un jugador de otra categoría ya se sabía, pero ante el Sevilla lo demostró. En ataque no le quemó el balón.
Javi Flores (9). Le da igual medirse al Guijuelo, al Mérida o al Sevilla. Jugó todo el partido y su físico no decayó. Es importantísimo.
Toni Arranz (8). Mucho mejor que en jornadas anteriores. Poco a poco va cogiendo su tono e incluso demostró su valentía con sus incorporaciones al ataque.
Simo (9). No es que fuese el mejor del Córdoba, que lo fue, sino que fue de los mejores de los dos equipos. Magia pura y talento al que hay que agradecer que esté aquí.
Puga (7). Su físico le penalizó en la segunda mitad. Se cargó con una amarilla que le acabó costando el cambio. Mucho desparpajo mostrado.
Casas (8). Es hormigón armado. Se peleó, luchó hasta más no poder. Se retiró ovacionado y con la sensación del trabajo bien hecho.
Fuentes (6). Le faltó velocidad a la hora de decidir en zona de peligro. Algo lento en todas las acciones con el balón en los pies.
Luismi (8). Fue importante su presencia en la segunda mitad y posterior. Tampoco le quemó el balón.
Willy (7). Fallón. Perdonó con el marcador todavía en empate en una acción rara en él.
Omar (6). Poca presencia en un partido en el que se le esperaba.
Christian (S/N). Salió para oxigenar en el tramo final de la prórroga.
Álex Marín (S/N) . Poco tiempo para un jugador hábil.