Fútbol - Segunda RFEF
Simo Bouzaidi, el puñal que el Córdoba CF buscaba
El extremo hispano-marroquí hace olvidar en el estreno de la temporada 2021-22 los fracasos de Valverde, Sidibé o Nahuel
El ex del Sevilla Atlético generó el 1-1, provocó el penalti del 1-3, forzó la roja a Castillo y se marchó ovacionado por Chapín
Simo Bouzaidi (Olot, 1999) fue la sensación del estreno de la temporada del Córdoba CF . De las Cuevas se llevó los focos con sus tres goles, pero el extremo procedente del Sevilla Atlético fue el mejor jugador blanquiverde sobre el campo y marcó claramente las diferencias en la goleada con remontada ante el Xerez Deportivo FC (1-5) el domingo en Chapín . El atacante cordobesista desequilibró por su flanco y desquició a la defensa xerecista, a la que provocó un penalti y una expulsión claves para decantar la balanza para el cuadro de Germán Crespo. El Córdoba ha encontrado, al menos por su aparición estelar inicial, ese puñal para la banda que tanto echó en falta la pasada campaña para romper las zagas rivales.
Simo tiene sólo 21 años. Nació en Cataluña , pero tiene doble nacionalidad española de origen y marroquí por su ascendencia. De hecho, el jugador ya ha sido internacional con Marruecos en varias ocasiones en las categorías inferiores sub 17 y sub 20. Un talento que en las divisiones inferiores del Sevilla mantenía una relación muy estrecha —cuentan quienes le conocen de cerca por su pasado— con los jugadores del país vecino de la primera plantilla sevillista, como el portero Bono o el punta En-Nesyri .
Sus primeros pasos como futbolistas fueron, precisamente, en el Olot , pero rápido captó la atención de los técnicos del Sevilla. Simo se incorporó al bloque sevillista cerca de la mayoría de edad. Apenas pasó un tiempo por el juvenil de División de Honor y el Sevilla C. Su talento pronto hizo que Paco Gallardo apostara por él para el Sevilla Atlético en Segunda B, donde pasó las dos últimas temporadas.
En el segundo equipo sevillista le faltó la continuidad que deseaba. Además es prácticamente imposible acceder a un contrato en condiciones del primer equipo. Por eso decidió salir este verano pese a tener calidad para seguir en filial en una categoría superior o aceptar otras propuestas mejores económicamente en el extranjero.
En el Sevilla Atlético jugó las dos últimas temporadas 30 partidos oficiales, 11 en la 2019-2020 y 19 de los 24 de la pasada 2020-2021 marcada por el Covid-19. Eso sí, sólo 14 en total como titular, repartidos en siete y siete por temporada. Apenas dos encuentros completos. Esa ausencia de una plena confianza de Gallardo le allanó el camino para venir al Córdoba.
Ovación del público xerecista
Su debut como cordobesista llamó la atención del cordobesismo. No dejó de encarar un minuto. No dejó de desequilibrar. Estuvo en casi todas las acciones de peligro ofensivas del equipo. Y, casi mejor, se marchó ovacionado por la grada local por su partidazo en Chapín cuando fue sustituido en el minuto 78 con una tarjeta amarilla. De las Cuevas marcó tres goles, pero Simo fue el MVP . «Salir de este estadio aplaudido» por el xerecismo «es un orgullo» como jugador visitante por el reconocimiento que supone. Además, «quiero agradecer a la afición del Córdoba que ha venido hasta aquí», dijo.
El sobresaliente de Simo , además, llegó con el agravante de que lo hizo tras reponerse de un error grave que provocó el tanto del Xerez a los cinco minutos. Se repuso. No le importó. De hecho, se echó el equipo a las espaldas. «No soy una persona que me pesen los fallos», reconoció el extremo en declaraciones a los medios al final del partido en zona mixta. De hecho, demostró la humildad necesaria para reconocer que en el gol xerecista «el fallo es mío, que perdí el balón de espaldas», pero también tuvo la madurez suficiente para levantarse, ya que «me recompuse, como el equipo».
Simo admitió, tras la resaca de la victoria, que está «muy contento por el partido tanto individual como colectivamente» y con el deseo de que «sólo sea el comienzo de una gran temporada». El equipo salió líder de Xerez gracias, sobre todo, a su juego.
El extremo hispano-marroquí fue siempre vertical, porfiante, veloz y desequilibrante . El puñal que andaba buscando el Córdoba. En el que fracasó el año pasado por la lesión de Samu, el infame rendimiento de Carlos Valverde, el fracaso de Moussa Sidibé y Nahuel Arroyo como fichajes de enero o la inexplicable falta de minutos que Juan Sabas y Pablo Alfaro le dieron a Luismi Redondo, otro de los motores del equipo en Jerez junto a Simo y De las Cuevas. «Es mi juego, tengo que buscar al lateral e intentar desbordarlo», explicó con naturalidad. Como si nada.
Simo forjó la asistencia del tanto del empate del Córdoba (1-1), también generó un penalti (dio paso al 1-3) y la expulsión de Manu Castillo, el segundo lateral al que tuvo que recurrir Pérez Herrera para intentar parar su avalancha. No lo consiguió. Simo sacó una amarilla a Hugo Carrillo por su desborde y lo mandó al vestuario sustituido en el descanso. Castillo , su sustituto, sólo duró un cuarto de hora. Lo desquició. Para sacarle un penalti y la roja. El extremo reconoció que «me quedé sorprendido porque me fui al suelo después del caño, pero ahí he notado que me han dado una patada que no venía a cuento y es un error suyo y algo antideportivo». El año pasado generó tres penaltis , alguno decisivo, para el Sevilla Atlético . Es un especialista en ello por su desborde en el área.
El extremo de Olot firmó unos primorosos primeros 78 minutos con la elástica blanquiverde, ahora más retro que nunca con los toques clásicos de los bordes de la camiseta y el pantalón en negro. Tendrá que refrendarlo en los próximos partidos. Lo mejor es el descaro que demuestra dentro y fuera del campo. «Estamos con muy buenas sensaciones», admitió tras el encuentro en Jerez, por lo que su intención será repetirlo ante el Cádiz B . Simo ha sido el primero en llamar al corazón del cordobesismo, muy necesitado de héroes que le devuelvan la ilusión de soñar con un equipo que hace seis años estaba en Primera.
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