Fútbol - Segunda RFEF
Córdoba CF, del cielo al infierno | Al pozo tras 170 jugadores, 16 técnicos, 5 presidentes y 3 propietarios
El equipo blanquiverde pasa de Primera a cuarta división en sólo seis años fruto de una inestabilidad terrible
El 23 de mayo de 2015 el Córdoba CF jugó ante el Eibar en Ipurua (3-0) el último partido en Primera . No se han cumplido ni seis años y el equipo blanquiverde está en Segunda RFEF, que es la nueva cuarta división del fútbol español , tras la extinción de la actual Segunda B (tercer escalón) y Tercera (que era el cuarto). El tortuoso camino del cielo al infierno no ha sido fruto de la casualidad. Es la consecuencia de una gestión terrible que estuvo a punto de acabar con la desaparición del club hace año y medio, una situación de la que todavía tiene que reconstruirse con los nuevos gestores de Infinity.
Las cifras de las personas que han pasado por los puestos de responsabilidad del club en este tiempo son el fiel reflejo de la inestabilidad y una de las causas por las que el Córdoba CF está donde está. El club ha tenido, desde que tocó el cielo en Las Tendillas con el ascenso a Primera en junio de 2014 hasta el pasado 9 de mayo que certificó el descenso a Segunda RFEF, tres propietarios diferentes, cinco presidentes (contando los meses de la administración judicial), siete directores deportivos (algunos casos incluso con bicefalia oficial o tras las cortinas), hasta 16 entrenadores (alguno sin debutar y otro hasta en dos ocasiones incluso) y un total de 170 jugadores .
El 22 de junio de 2014 pasó a la historia del Córdoba CF como el día del regreso a Primera después de 42 años. Esa jornada parecía el punto definitivo para que el club blanquiverde recuperase la grandeza de la época dorada en los sesenta (siete temporadas en la máxima categoría). Sin embargo, el tiempo ha demostrado que fue el punto final de la época de plata cordobesista (dos décadas casi ininterrumpidas en el fútbol profesional de Primera y Segunda desde 1999 hasta 2019).
El más rápido de la historia
Las siete temporadas que han transcurrido desde aquella proeza con el gol de Uli Dávila en el tiempo añadido en el Gran Canaria ha sido una curva descendente sin precedentes en el fútbol español. No hay ningún club en la historia que haya pasado tan rápido de Primera a la cuarta división sin mediar descensos administrativos. El Córdoba CF es el primero que lo hace en sólo siete años . Otra demostración de que es un club pionero para bien y para mal, como reza en su himno.
De ser la primera SAD que repartió dividendos (más de 1,5 millones euros, que le vendrían de lujo haberlos tenido en cartera) en España, contar con un presupuesto de más de 30 millones de euros (17 exclusivamente por los ingresos de televisión) en Primera División.
Ahora pasa a quedarse en la miseria, salvo por las aportaciones de los dueños de la Casa Real de Baréin , que supongan la próxima temporada los ingresos por abonos (aquellos benditos que resistan) y publicidad (tras otra campaña, la actual, que estuvo sin patrocinador principal en el frontal de la camiseta).
Los responsables
El drama tiene nombre y apellidos . El declive comenzó con la última etapa en la propiedad de Carlos González (Ecco Documática-Azaveco). Tomó al equipo en Segunda en 2011, lo llevó a Primera en 2014, pero lo entregó a su sucesor con un rejón de muerte en puestos de descenso a Segunda B en enero de 2018 y sin posibilidad de fichar por LaLiga.
Jesús León (Aglomerados Córdoba) se hizo con la propiedad al comprar las acciones (que no pagó). Llegó junto a Luis Oliver como salvadores, pero tras consumar el milagro de la permanencia en 2018 después de levantar 13 puntos de desventaja, la falta de liquidez económica de León acabó por hacer estallar al club: el equipo descendió a Segunda B en 2019, el presidente fue detenido y la justicia tomó el control de la SAD.
Los tribunales permitieron un proceso único en el fútbol español: la venta de la unidad productiva del Córdoba CF SAD . El club sigue vivo bajo el control de otra SAD: Unión Futbolística Cordobesa . Una operación insólita en el fútbol española que tuvo que tragar la FEF y dejarlo en Segunda B, pero a la que cerró la puerta para los demás con un cambio de su Reglamento. Infinity Capital WLL, un fondo de inversión de Baréin , compró la UP en diciembre de 2019. Le dio estabilidad económico, institucional y social, pero se ha dado un batacazo en su primer proyecto deportivo mientras reconstruye el club de estar al borde la desaparición. Empieza con un descenso.
La lista de la inestabilidad
En este tiempo, el Córdoba CF , además de esos tres propietarios (González, León e Infinity) ha tenido a cinco presidentes en el palco de autoridades: Carlos González, su hijo Alejandro González, Jesús León, los administradores judiciales como figuras de transición (Estepa y Bernabéu) y ahora el barení Abdulla Al Zain. Los tres primeros están incursos en diferentes procesos judiciales, en algunos casos penales, de acciones derivadas de su gestión en el Córdoba.
De aquellos polvos estos lodos. Los dirigentes han explicado sus fracasos con el escudo de las cabezas de directores deportivos y entrenadores. Hasta siete responsables deportivos han pasado por el club desde que el Córdoba CF llegó a Primera hasta ahora, algunos sin responsabilidad ante el poder absoluto de los dueños de la SAD pese a su demostrado cordobesismo y entrega absoluta a su función. Otros han sido simples marionetas del poder. Han pasado por la silla eléctrica de la dirección deportiva Pedro Cordero, Emilio Vega, Álex Gómez (junto a Cardoso en la sombra), Luis Oliver (con López Ramos como adjunto), Rafael Berges, Alfonso Serrano y ahora Miguel Valenzuela en compañía de Juan Gutiérrez ‘Juanito’.
La trituradora de entrenadores se ha divertido en estas siete temporadas. Por el banquillo han pasado 16 técnicos : Albert Ferrer, Djukic, José Antonio Romero, José Luis Oltra (el único una temporada entera), Luis Carrión, Juan Merino, Jorge Romero (ahora triunfo en el juvenil del Real Madrid), Sandoval (que fue despedido y vuelto a contratar), Francisco (se fue sin debutar), Curro Torres, Rafael Navarro, Enrique Martín, Raúl Agné, Juan Sabas, Pablo Alfaro y Germán Crespo.
La lista de jugadores que han jugado, deambulado, paseado e incluso marchado sin ni siquiera debutar en El Arcángel en estas siete temporadas para pasar de Primera a cuarta división es de 170 jugadores . Lamentablemente ninguno ha hecho la travesía completa de Primera a la cuarta división . Sólo Bernardo estuvo en el ascenso en Las Palmas y tuvo el domingo el mal trago del descenso a Segunda RFEF. El cambio de piezas es alarmante. Como la situación.
Noticias relacionadas