COMPRAVENTA DEL CÓRDOBA CF
Los diez cambios fundamentales que necesita el nuevo Córdoba CF
El club está a punto de cerrar un año en el que rozó la desaparición con el aprendizaje de lo que debe mejorar en 2020
El Córdoba está a un paso de culminar 2019, que ha sido uno de los peores años de sus 65 de vida. Por eso, la mirada a 2020 solo puede hacerse desde el decálogo de cambios necesarios para que esta situación dantesca no vuelva a producirse.
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Fichajes de invierno
A corto plazo tiene la necesidad imperiosa de regresar a Segunda. No es normal que un club y una ciudad con el potencial de Córdoba esté en Segunda B. Eso condiciona buena parte del resto de objetivos a corto y medio plazo para los nuevos gestores. De esa obligación por subir, la primera tarea que tienen los rectores de Infinity es realizar una reforma notable en la plantilla, especialmente en la parcela ofensiva.
El club, como informó el viernes este periódico, ya ha establecido unas prioridades claras en materia de fichajes para en enero. Quiere, preferentemente, incorporar a dos delanteros y un extremo. No serán los únicos, entre otros motivos porque debe inscribir al pivote hondureño Luis Garrido, sin ficha desde agosto. Eso ha llevado a realizar las primeras bajas. Gabriel Novaes y Sebastián Castro han sido los primeros cortados oficialmente. En la rampa de salida también están los centrales Fernando Román y Víctor Ruiz. Y, ojo, porque Zelu igualmente estuvo en cuestión hasta el último día del mercado de verano.
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Recupera la ilusión
Uno de los principales propósitos del presidente Abdulla Al-Zain y el vicepresidente Mohamed Al-Nusuf debe ser recuperar la ilusión de una afición agotada de despropósitos deportivos, económicos, grietas con la masa social y falta de identificación con los valores que debe tener una institución como el Córdoba.
Uno de las obligaciones de Infinity, de la mano de la representación de Crowe en España y del desembarco de consejeros cordobeses en el club, tiene que ser devolver la llama de la esperanza de un futuro mejor a los seguidores cordobesistas. La seriedad, el rigor, la apuesta por la verdad, la transparencia absoluta y el equilibrio institucional son algunos de los valores fundamentales que tiene que recuperar de inmediato para ganarse la confianza de los más fieles y por extensión de Córdoba .
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Un modelo de club
Un problema extendido en los últimos años es que los árboles nunca han dejado ver el bosque. La inmediatez por los resultados deportivos han nublado la visión de los dueños del club en las últimas décadas, casi desde su transformación en SAD en 2000. El Córdoba CF no ha establecido nunca un modelo claro de club. Qué quiere ser y cómo conseguirlo. Ha habido muchos mensajes sobre el camino que debía tomar la entidad, pero ha tenido siempre la constatación de ser más bien eslogan que ideas reales.
El Córdoba tiene que definir cómo quiere sustentar el presente y el futuro, e invertir en consecuencia para recoger los frutos después. Si quiere un modelo de cantera, o de club vendedor, o de una entidad que compra barato y vende caro sin generar actividad en las categorías inferiores. También si piensa en un estilo de juego definido para toda la estructura del club: ataque o contraataque, por simplificar al máximo la cuestión. Un sistema común. Integrar a los colectivos y unificarlos, darle profesionalidad a los veteranos e impulsar el Córdoba como modelo de apoyo a otras instituciones (públicas y privadas) y no al revés. La colaboración con otros deportes minoritarios de la ciudad en comparación con él.
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Estabilidad
Lógicamente, para todo ello es esencial una estructura estable, amplia y profesional. Cada año o cada seis meses si los resultados no funcionan, el club no puede girar el timón. La dirección deportiva no puede ser una persona con un par de ayudantes que van cambiando cada año. El Córdoba CF necesita una dirección deportiva en mayúsculas. Con estructura. Desde arriba hasta abajo. Con una cabeza visible, pero con diferentes profesionales para distintos ámbitos. Aquí la tradición de un único referente para todo no ha dado resultado. Es imposible en el complejo fútbol actual.
Infinity está dispuesto a entregar las riendas al desembarco de varios ex del Betis. Adrián Fernández Romero ha ejercido de interlocutor para que desde el primer equipo a la cantera pasen al control de un trío compuesto por Juan Gutiérrez «Juanito», Miguel Valenzuela y David Ortega . Todo ello sin tocar la estructura de los que ya están. Es decir, fortalecer en lugar de cambiar. Seguirán Alfonso Serrano, también Jorge Rodríguez de Cózar y Rafael Sánchez.
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Salir del lío judicial
El Córdoba CF está asediado por los procedimientos judiciales que han arrastrado al club a una situación caótica. Hay situaciones por todos los frentes. Será una posición que, salvo acuerdo final entre todas las partes poco probable a estas alturas, afectará a la entidad blanquiverde en los próximos meses y años.
La complejidad de la situación jurídica merece un capítulo entero aparte, pero la madeja no para de liarse. A los frentes abiertos con los expresidentes Jesús León y Carlos González , ahora hay que sumarle el cruce de recursos, recusaciones e impugnaciones tras la decisión de intervención judicial penal, la declaración de concurso de acreedores y la autorización judicial de una inédita venta de la unidad productiva del Córdoba en el fútbol español.
A todo ello hay que sumarle la directa oposición de la Federación Española de Fútbol , que no ha permitido que una nueva SAD, Unión Futbolística Cordobesa, se haga con el control federativo del Córdoba CF SAD para competir. Le ha permitido operar de forma transitoria hasta junio, pero le ha advertido en múltiples ocasiones de que transmitirá los derechos federativos a pesar de la decisión del Juzgado Mercantil 1 de Córdoba para que así se haga si cumple con los requisitos económicos.
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Generar recursos extra
Los ingresos a los que ahora mismo tiene acceso el Córdoba hasta el final de temporada son prácticamente cero. En Segunda B, un club como el conjunto blanquiverde está condenado al déficit. Solo hay un camino para salir de ahí: el ascenso a Segunda División lo antes posible.
Mientras consigue la meta deportiva, a los nuevos gestores, si quieren que la empresa sea autosuficiente, como han declarado, sin tener que asumir un coste anual, no les queda más remedio que generar ingresos extras. Todavía hay opciones por explotar en este terreno. Por ejemplo, el equipo sigue sin tener un patrocinador principal en el frontal de la camiseta.
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Ciudad Deportiva
El Córdoba tiene un problema de instalaciones más que evidente. La Ciudad Deportiva Rafael Gómez se ha quedado completamente obsoleta. Además, los tribunales incluso han tumbado su derecho al uso. Todo está pendiente de un recurso al Tribunal Constitucional para evitar el desalojo. Puede llegar en cualquier momento. De hecho, esos suelos son propiedad de Tremón, que reclama un canon de alquiler por el uso que nunca ha llegado a firmarse pese a las sentencias judiciales favorables.
Infinity, como hicieron todos los que pasaron por el máximo cargo del Córdoba CF , ha prometido que quiere hacerse con unos terrenos para realizar la Ciudad Deportiva. Sin embargo, ese proceso tiene una duración de años, tanto por los trámites para conseguir el terreno, ya sea público o privado, como por la necesidad de acometer la obra de las infraestructuras. La fábrica es fundamental para que la materia prima sea manufacturada y utilizable o vendible. El Córdoba no tiene ni fábrica.
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Cantera
Si el modelo es un Córdoba de cantera, con jugadores que lleguen al primer equipo y puedan venderse para obtener plusvalías con las que mantener el modelo de club, todo pasa por ponerse manos a la obra. La infraestructuras son fundamentales. También contar con técnicos de primer nivel en todos los ámbitos.
Cuidar la cantera no pasa por nombrarla a diario o como objeto publicitario, sino por invertir en ella. El futuro del Córdoba solo puede pasar por encontrar miembros desde abajo. La historia así lo demuestra. Sus mayores éxitos siempre han estado vinculados a la explosión de la materia prima de la base en el primer equipo.
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Estadio
La situación jurídica del estadio es algo que clama al cielo. Décadas y décadas de mentiras o medias verdades desde el club hasta los rectores de los diferentes gobiernos municipales. Una cesión en precario que no beneficia ni las posibilidades de ingresos del Córdoba en el recinto ni la capacidad de amortiguar sus responsabilidades en un bien público del Consistorio cordobés.
Todos los intentos de firmar un convenio de cesión del estadio El Arcángel han sido con balas de fogueo. No parece tampoco que la actual etapa de cambio en Urbanismo y en el Córdoba pueda desatascar el entuerto, entre otros motivos por la especial situación del campo municipal.
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Ascenso
Sin duda, el mejor alivio y bálsamo que puede encontrar el Córdoba CF y el cordobesismo es que el equipo logre ver la luz al final del túnel deportivo, económico e institucional. En buena medida, lo primero puede ayudar a lo demás. El ascenso del equipo cordobesista rompería la inercia de cinco años dramáticos, desde el ascenso a Primera, en la que la institución ha caído en picado en todos los órdenes.
La vuelta a Segunda supondría la entrada de unos ingresos que ahora mismo tiene en falta. El regreso de la televisión y de una parte de la masa social que se ha marchado mejorarían sensiblemente la situación económica. Con más recursos, los nuevos gestores siempre tendrán más opciones de generar estabilidad en lo institucional.
