Diego Domínguez, el pasajero 30 del Córdoba CF para llegar al mismo destino: el abismo absoluto

Ni con revolución ni sin ella. Y mucho menos si no queda tampoco tiempo o confianza para revolucionar nada. La semana aparentó oleada de jugadores del filial al primer equipo. Todo se quedó en un debut en el Córdoba CF de Diego Domínguez con nueve minutos por delante. Es el jugador número 30 que juega este curso con la camiseta blanquiverde en Segunda B. Ninguno ha supuesto un revulsivo. El equipo sigue caminando hacia el mismo camino del abismo absoluto: el descenso a la cuarta categoría del fútbol español.

Quizás ya no quedan fuerzas para tomar decisiones. O ánimo. O ganas. O dinero. O más bien fe de que algún cambio tenga algún efecto revitalizante. O una mezcla de todo. Lo cierto es que sin hacer nada, y este domingo se volvió a demostrar en Cádiz , no hay remedio. No hay solución. El camino es el que es. Ningún cambio, arriba, abajo o medio del club, garantiza nada, pero no dejaría la sensación de que esto se apaga y nadie intenta encender la mecha.

Diego Domínguez se convirtió este domingo en el jugador 30 en enfudarse la camiseta del primer equipo esta temporada que puede acabar con el Córdoba CF en una situación deportiva desconocida desde mediados de los años ochenta. Casi tres combinaciones diferentes de equipos han tenido en sus manos Juan Sabas y Pablo Alfaro , pero los resultados han sido tan mediocres al principio, como en el medio y al final.

El Córdoba CF dio este domingo, con una dramática derrota ante el filial del Cádiz , otro paso hacia el descenso de categoría. Lo hizo con otra lección de incapacidad anotadora. El debut de Diego Domínguez quizás llegó muy tarde. No sólo en el tiempo del partido, sino durante la temporada. El equipo blanquiverde tuvo ocasiones, pero no encontró quien las materializara.

Los equipos pueden tener jugadores que crean ocasiones y las meten; futbolistas que les generan oportunidades y otros las enchufan; que les llevan el balón para anotar y no lo hacen; o que ni las crean ni las marcan. El Córdoba CF ha quedado demostrado, después de 24 partidos oficiales, que sólo tiene de las dos últimas clases, con la excepción puntual de Willy. Habrá muchos más defectos. Fuera y dentro del campo, pero ahí ha estado la razón principal de que el equipo no rinda como debe. Un razonamiento que se ha visto multiplicado por la pérdida de fortaleza y rigor defensivo desde el cataclismo ante el Betis Deportivo .

Las matemáticas son el único argumento de fe que tiene un Córdoba CF que este domingo recibió la extremaunción camino del descenso . Esto sólo lo detiene un milagro. Curiosamente, el equipo blanquiverde es uno de esos clubes que llevan en el ADN hacer realidad lo imposible. Dentro y fuera del campo. Para bien y para mal. A eso le queda aferrarse en las tres últimas jornadas, después de 30 pasajeros para viajar al mismo destino: el desastre absoluto del posible descenso .